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Al ritmo de la música, se les lavó los pies a doce habitantes de la calle que se reunieron en la plazoleta del barrio Las Cruces, en medio de un fuerte frío y después de un aguacero. El lavatorio de pies, que significa un acto de amor y
hermandad, lo realizó monseñor Luis José Rueda Aparicio, quien tomó una jarra y una toalla, se arrodilló y purificó los pies de los habitantes de la calle.
"Sentí una energía muy bacana. En realidad, uno siente que habla con la mano derecha de Dios aquí en la tierra", dijo Jorge Quintana, habitante de calle a quien se le lavaron los pies.
Para Alcira Rueda, este acto fue "una alegría, un descanso, como si me hubiera salido el diablo del corazón francamente. Estoy muy alegre, muy contenta porque mi Dios me está iluminando con lo que le estoy pidiendo sinceramente".
Algunos de los pies de los habitantes presentaban alguna enfermedad, pero no fue impedimento para su lavado, pese a pertenecer a otra religión.
"Una alegría pese a que yo soy cristiano. Yo soy de la Iglesia bautista fundamental, pero mis padres tienen raíces católicas y por eso me encuentro acá", según expresó Juan Alveiro Díaz.
Hasta este punto llegaron también un grupo de seminaristas a quienes los habitantes les dieron las gracias por su presencia y les enviaron un mensaje a sus familias.
"Le doy gracias a Dios por estos Ángeles y a la Iglesia por traernos esperanza. Alimento espiritual. Saludos a toda mi familia que está en Armenia y Bogotá", explicó Julián Morales.
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Monseñor Luis José Rueda Aparicio agradeció a Dios por esta jornada en la conmemoración del día del sacerdocio y se pronunció frente al mensaje del Papa Francisco en el que pidió evitar divisiones dentro de la Iglesia.
"La unidad es la que nos lleva a servir. Aquí donde ustedes están hay muchas fundaciones, hay varios grupos humanos sirviendo y de eso se trata, de que no seamos protagonistas individuales, sino que seamos protagonistas colectivos del servicio y del amor que nos propone Jesucristo el Señor", explicó el Arzobispo de Bogotá.
Al finalizar, compartieron con los habitantes de calle un desayuno.
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