El colegio English School llevaba a cabo todos los años una salida pedagógica con destino al Amazonas. En 2014 fue el turno del curso de María Camila Velandia, de 17 años. La institución organizó y contrató a una empresa de logística para apoyar la salida. Ese año fue Blue Fields la encargada de la travesía, pero las cosas no salieron bien.
Mónica Prieto, madre de Camila, contó que el 2 de octubre de ese año su hija perdió la vida en el río Amazonas, tras una salida en lancha desde Puerto Nariño hacia Marashá, en Perú. "Bajo la lluvia, sin permiso de zarpe y conduciendo a alta velocidad", señaló Prieto.
“De acuerdo a un testimonio que recogió la Fiscalía de las monjitas del internado, ellas advierten a la profesora que no deben salir a esa hora, que esa salida está prohibida, está oscuro. Puedes imaginar el Amazonas a las 3:00 de la mañana, es absolutamente negro, van sin iluminación. El lanchero maneja con una mano, sostiene un farol con la otra: esas son las circunstancias con las que ellos viajan”, precisó Prieto a BLU Radio y afirmó que el colegio no impidió la infracción a las leyes y al sentido común.
En la travesía chocaron con una embarcación peruana y la lancha en la que iba María Camila se volteó. La joven falleció ahogada.
“Quedan los estudiantes en el agua, logran ellos mismos salir y la otra lancha, porque los dividieron en dos grupos, recoge los estudiantes. Luego detectan que María Camila no está, después otro buque la encuentra flotando en el río”, narró Prieto sobre de la muerte de su hija.
Actualmente, cursa un proceso legal por los delitos de homicidio y lesiones personales, en el Juzgado Segundo Promiscuo del circuito, contra el contratista de las lanchas, Segundo Solarte; el guía de Blue Fields, Mateo Franco; el lanchero Éver Sinaragua y la profesora y coordinadora de la salida, Martha Elena Quintero. Después de casi ocho años, se espera que este viernes se den los alegatos finales y el juez de sentido del fallo.
Prieto señaló que después de esta cadena de errores, es inaudito que la justicia le haya dado la razón al colegio como víctima en estos hechos.
“Resulta muy doloroso vivir una situación como está, perder un hijo, pero sobre todo ver cómo el sistema permite que estas cosas queden en la impunidad y que los procesos sean tan extensos para las víctimas. Que a un victimario o responsable de todo lo que sucedió les quede tan fácil evadir. La profesora que estaba ahí, tenía mucha experiencia en este tipo de salidas, el colegio había organizado desde Bogotá, pero pese a los llamados y advertencias, desatendieron, porque ellos sentían que se las sabían todas y por eso es que fallece nuestra hija”, agregó.
Un precedente en la Corte Suprema de Justicia
Pese a que el juicio sigue y el colegio quedó como víctima en este proceso, la progenitora quedó con la sensación de que la entidad educativa sí tenía la responsabilidad de la vida de su hija. “Los adultos responsables o más bien irresponsables arriesgaron la vida de todos”, mencionó.
Un precedente de la Corte Suprema de Justicia podría darle la razón a la teoría de la mamá de Camila Velandia, ya que la Sala Penal del tribunal determinó en un fallo anterior que la rectora de un colegio que organizó y asistió a un paseo escolar, en el que dos niños murieron en un lago, incurrió en homicidio culposo.
Esto debido a que, según la sentencia, tenía el deber de cuidar y vigilar a los niños, pero no tomó medidas para evitar los hechos.
“El caso de mi hija no es el único. Hay muchos más que se repiten en circunstancias no idénticas, pero si similares, recientemente hubo un fallo similar donde la rectora tuvo que responder. En nuestro caso, desafortunadamente, con la calidad de víctima que logró sacar el colegio, está respondiendo solo una profesora, por una actividad que fue organizada por toda la institución”, finalizó Mónica Prieto, quien pidió el mismo rigor en el caso de la muerte de su hija.
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