Acuerdo Final de Paz, ¿ahora sí es definitivo?: editorial de Óscar Montes
Editorial del panelista Óscar Montes en Vive Barranquilla.
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La repentina llamada del presidente Juan Manuel Santos a Álvaro Uribe en la tarde del pasado sábado citándolo a una reunión en la base aérea de Rionegro, alertó a los medios de comunicación sobre la ocurrencia de un hecho extraordinario.
La duda se disipó horas después, cuando el propio jefe de Estado anunció que ya se había logrado un “Acuerdo de paz final y definitivo” con las FARC en La Habana. De esta manera se puso fin a la incertidumbre y al limbo que acompañó la negociación con ese grupo guerrillero desde el pasado 2 de Octubre, cuando el No se impuso al SÍ, en el llamado Plebiscito por la paz.
En la alocución presidencial de las ocho de la noche, Santos anunció al país que se habían logrado ajustes en 56 de las 57 propuestas por los promotores del No, con el presidente Uribe a la cabeza. “Todas las voces fueron escuchadas, todas las observaciones fueron atendidas y hoy puedo decirle a los colombianos con toda humildad que este acuerdo que acabamos de lograr en La Habana es mucho mejor que el anterior”, afirmó Santos.
En su intervención el Presidente de la República informó que “en contadas horas todos los colombianos podrán tener acceso al texto de los acuerdos”. Pero no fue así. Las horas pasaron y ningún colombiano pudo acceder a los documentos ofrecidos. Lo que siguió fue un bombardeo de declaraciones y de trinos por parte de amigos y allegados a las FARC, entre ellos Álvaro Leyva, quienes expresaron que la información que estaba siendo suministrada por el Presidente y los negociadores del Gobierno no correspondía a la realidad de lo pactado y que estaba siendo “sesgada”.
En medio de la incertidumbre, el jefe del equipo negociador, Humberto De la Calle, declaró a la opinión pública que los dos acuerdos - el anterior que fue derogado por el triunfo del No y el nuevo firmado en La Habana - estaban siendo “ensamblados”.
Aunque hay varias dudas acerca de puntos trascendentales, como el que tiene que ver con la incorporación al bloque de constitucionalidad del nuevo acuerdo, se conoció que en este último las FARC se comprometen a declarar la totalidad de su patrimonio y de sus bienes para con ellos reparar a las víctimas del conflicto. De igual manera se establece que el Tribunal Especial de Paz será integrado única y exclusivamente por jueces colombianos y que los jefes de las FARC podrán aspirar a cargos de elección popular.
Una vez conocido el texto definitivo del Acuerdo Final la pregunta que nos hacemos los colombianos tiene que ver con el mecanismo de su refrendación. Se da por descartado un nuevo Plebiscito, porque según Santos polarizaría aún más al país. Quedan entonces dos opciones. La primera dejaría en manos del Congreso de la República la refrendación de lo pactado y la segunda sería mediante la realización de Cabildos Abiertos en todo el país.
Está en manos del Presidente cuál de los dos es el que mejor se acomoda a los tiempos y a las necesidades tanto del Gobierno como de las FARC. Pero - sobre todo – debería estar en manos de los colombianos.