"De López Michelsen a Juan José Nieto": editorial de Ley del Montes julio 1
Editorial de Óscar Montes en Vive Barranquilla.
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El Banco de la República acaba de poner en circulación el nuevo billete de veinte mil pesos, con la destacada figura del ex presidente liberal Alfonso López Michelsen, como un homenaje a la Región Caribe, pues también figuran en el billete los canales de La Mojana y el sombrero vueltiao, entre otros símbolos de nuestra cultura. Está bien que así sea. López -sin duda- ha sido el más “costeño” de los presidentes cachacos que hemos tenido, en especial por sus estrechos vínculos con el departamento del Cesar, del que fue su primer gobernador y de su promoción al vallenato.
El Emisor ya había destacado en el pasado al ex presidente cartagenero, Rafael Núñez, con los billetes de 500 pesos, los de mayor denominación en su momento.
Pero lo que está muy mal es que el Emisor haya desaprovechado la oportunidad de homenajear al primer y único presidente afrodescendiente que ha tenido el país, ese sí un hombre Caribe de los pies a la cabeza: Juan José Nieto Gil, quien ocupó la Presidencia entre el 25 de Enero y el 18 de Julio de 1861, durante el vacío de poder entre el conservador Mariano Ospina Rodríguez y el general liberal Tomás Cipriano de Mosquera.
Nieto –nacido en La Lomita de la Puerta, jurisdicción de Baranoa, Atlántico- era entonces gobernador de Bolívar, se unió a Mosquera para derrocar a Ospina Rodríguez y ocupó luego la Presidencia de los Estados Unidos de la Nueva Granada, como se llamaba entonces la hoy República de Colombia.
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Los historiadores bogotanos han sido injustos con Nieto Gil. Ese olvido deliberado obedece a su condición de afrodescendiente. Es decir, se trata de una imperdonable y horrenda omisión racial. Ni siquiera lo efímero de su mandato de apenas seis meses sirve de justificación, pues presidentes más fugaces, como Carlos Lemos y Víctor Mosquera –que gobernaron pocas semanas- están en el sitial de mandatarios oficiales de Colombia.
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El único historiador que ha hecho justicia con el presidente Nieto es nuestro recordado Orlando Fals Borda, quien lo rescató para la historia en su libro “El Presidente Nieto”, que hace parte de la trilogía Mompox y Loba, historia doble de la Costa. Fals puso a Nieto en el lugar que se merece.
El propósito canalla de hacer invisible a Nieto llegó hasta el extremo de que su retrato -que reposa en el Palacio de la Inquisición en Cartagena, bajo el título “El general Costeño”-, fue enviado a París para que su rostro fuera blanqueado. Posteriormente fue retocado de nuevo y su tez recuperó su color cobrizo como hombre mulato, nacido de la unión de un blanco con una negra.
En la actualidad el periodista Gonzalo Guillén realiza un documental sobre la vida y obra del Presidente Nieto, que busca hacer justicia con quien fuera el primero –y hasta hoy único- presidente afrodescendiente colombiano. Valdría la pena que entidades de la Región Caribe se sumen a esa causa.
Lástima –eso sí- que el Banco de la República haya desaprovechado la oportunidad de destacar su figura en la política nacional en un billete con el que pretende rendirle un homenaje a la Región Caribe. Si ese era el propósito, nadie más indicado que el ex presidente Juan José Nieto Gil.
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