Momentos de angustia continúan viviendo los habitantes del municipio de Santa Lucía, Atlántico, tras las graves emergencias registradas este fin de semana por un fuerte vendaval que destechó más de 500 viviendas, por lo que tuvo que ser declarada la calamidad pública para atender a los damnificados.
Las graves emergencias se presentaron entre las cinco y seis de la tarde del pasado viernes, generando las mayores afectaciones en sectores como Barrio Abajo, Progreso I y II, Pueblo Nuevo, Mokaná, Fe en Dios y Portal del Sol, ubicados en el área urbana de este municipio.
Los habitantes relataron la zozobra que vivieron mientras los tejados volaban como hojas de papel y los enseres se iban mojando por el agua que caía sobre las viviendas destechadas. "Fue algo maluco, a mi casi me cae el techo encima, pero salí corriendo y pude resguardarme porque importa más la vida que lo material que se pueda perder", expresó José Carreño, uno de los afectados.
Otro de las afectados fue Luis Majín Aragón, quien señaló que "en estos momentos continúa el censo de la Alcaldía Municipal con la secretaría de Planeación para hacerle las solicitudes de ayuda a la gobernación del Atlántico y que nos puedan entregar el material para reparar nuestras casas, teniendo en cuenta que la mayoría somos de escasos recursos".
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Rehúsen Martínez, alcalde de Santa Lucía, Atlántico, aseguró que la emergencia se extendió en el área rural del municipio con afectaciones —de consideración— en las cosechas de múltiples campesinos que quedaron "bajo el agua" ante el inminente aguacero.
"Tenemos las cifras de unas 500 viviendas afectadas, donde podríamos decir que techos, paredes en el suelo, árboles que se han caído y en el área rural hubo afectación en los cultivos de muchos campesinos que con tanto sacrificio tratan de sacar su siembre adelante", explicó Martínez.
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Aunque el servicio de energía eléctrica logró ser establecido tras doce horas de la emergencia, los habitantes de Santa Lucía piden a la empresa Air-e la remoción de los cables de alta tensión sobre las vías, con el fin de evitar emergencias por alguna descarga.
Entre tanto, la subsecretaria de Prevención y Atención de Desastres del Atlántico, Candelaria Hernández, sostuvo que el censo podría demorarse hasta 72 horas, teniendo en cuenta que las afectaciones se presentaron en múltiples sectores del casco urbano.
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