Primero de mayo, nada que celebrar: columna de Óscar Montes
El panelista Óscar Montes habló sobre la conmemoración del Día del Trabajo y como se encuentra el país en temas de empleo.
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Pese al balance optimista del presidente Santos en materia laboral de sus ocho años de gobierno, la verdad es que en ese campo no hay razones para celebrar.
El desempleo sigue siendo muy alto, aunque el DANE diga otra cosa y las condiciones de muchos de quienes tienen el privilegio de estar empleados están lejos de ser óptimas o de buena calidad.
En Colombia la tercerización laboral no para de crecer, con lo funesto que resulta para el trabajador. La informalidad laboral alcanza cifras de escándalo, en especial en ciudades de la Región Caribe, como Sincelejo y la propia Barranquilla.
El desempleo de los jóvenes profesionales es muy alto y la brecha salarial entre hombres y mujeres no cede. En fin, Colombia no es la panacea que Santos mostró en su alocución de anoche.
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El nuevo presidente deberá no solo mantener el desempleo en un solo dígito, logro del que Santos hace alarde, sino generar nuevas fuentes de trabajo de mejor calidad.
El nuevo Gobierno deberá distinguir muy bien las diferencias entre empleo formal y ocupación, cuyas fronteras Santos y el DANE borraron por pura conveniencia política.
El nuevo mandatario deberá ofrecer mejores garantías a quienes abren nuevas fuentes de empleos y demandan más mano de obra.
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Hacer promesas imposibles de cumplir, tanto a empleadores como a empleados y pintarles pajaritos de colores en las actuales circunstancias del país, es puro populista.
La demagogia electoral suma votos, pero compromete la estabilidad industrial y empresarial del país y eso es jugar con candela.
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