"¿Qué hacer con el Amira de la Rosa?": editorial de Ley del Montes julio 27
Editorial de Óscar Montes en Vive Barranquilla.
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En un escueto comunicado el Banco de la República anunció ayer que cerrará el Teatro Amira de la Rosa, símbolo de la cultura de la Región Caribe en los últimos 35 años. El Amira hace parte del sentimiento barranquillero, así como el Hotel El Prado, otro ícono de la ciudad que busca recuperar su esplendor.
De acuerdo con el Emisor, “con base en los resultados preliminares de un estudio realizado por una firma especializada al Teatro Amira de la Rosa, informa que ha decidido cancelar todas las actividades que allí se desarrollan. Eso con el fin de no comprometer la seguridad de las personas”.
Aunque es una noticia muy triste y lamentable para Barranquilla, pues se trata del escenario natural de los grandes eventos de la ciudad –como el Carnaval Internacional de las Artes, que todos los años se celebra en sus instalaciones- lo cierto es que el cierre del Amira se veía venir.
Desde hace ya varios años el Amira sufre un deterioro constante y paulatino que terminó por llevarlo a su actual estado de postración. El Teatro llegó a manos del Banco de la República, que lo recibió en comodato de la Sociedad de Mejoras de Barranquilla, que era la entidad encargada de su mantenimiento y administración. Las deudas impagables de esta última con el Distrito, convirtieron a la Alcaldía en uno de los grandes dolientes del Amira.
De esos tres grandes dolientes del Teatro, el más comprometido con su suerte es el Banco de la República, que ha anunciado que para salvarlo debe invertir cien mil millones de pesos, una cifra astronómica que ni la Alcaldía de Barranquilla, ni mucho menos la Sociedad de Mejoras, están en capacidad de asumir.
Pero para que el Emisor asuma el compromiso de salvar el Amira necesita que el Teatro pase a sus manos en propiedad y no en comodato. Para el Banco no hay otra salida. Es decir, el Emisor no quiere al Amira de la Rosa en calidad de préstamo para su uso, sino en calidad de dueño del inmueble. Esa es la discusión que está abierta y las partes deberán llegar a un acuerdo para salvar el que es –sin duda- el gran referente cultural de Barranquilla.
Sería muy bueno que quienes tienen poder de decisión en la ciudad, entre ellos los gremios, los protagonistas de la cultura y de las artes, así como líderes cívicos, expresen públicamente su opinión sobre la suerte del Amira. Sería muy bueno escucharlos y conocer sus opiniones sobre un tema que debe interesar a todos los barranquilleros. Que se abra, pues, el debate para poder conocer la opinión de los ciudadanos sobre el entrañable y por siempre querido Teatro Amira de la Rosa.