Faltaban tan solo 25 minutos para la 1:00 de la tarde de este domingo —Día del Padre— cuando Leyder Frías, un reconocido utilero del Junior de Barranquilla desde hace varios años, resultó gravemente herido en medio de un atentado sicarial registrado en el barrio Villa Katanga, en el municipio de Soledad, Atlántico.
El ataque a bala, que dejó otra persona herida identificada como Johan Manuel Torrez, se cometió en la carrera 33A con la calle 59 de este mencionado sector. En medio de la “lluvia de balas” trascendió que Frías recibió, al menos, cuatro impactos de bala en diferentes partes de su cuerpo, por lo que tuvo que ser trasladado hasta la clínica de la Policía para recibir atención médica de manera prioritaria.
La versión entregada por testigos confirmó que tanto Frías como Torrez se encontraban almorzando en un restaurante ubicado en el sector de Villa Katanga, en momentos en los que fueron abordados por sujetos que les dispararon en varias ocasiones, para huir segundos después a bordo de una motocicleta con rumbo desconocido.
La Policía Metropolitana de Barranquilla confirmó que se ofrece una recompensa de hasta $10 millones de pesos por información que conduzca a los responsables del hecho. "La Policía Nacional dispuso de un dispositivo interinstitucional tanto de Policía Judicial como de Inteligencia para hacerle seguimiento a este caso", explicó el coronel Giovany Barrero, comandante operativo de la Policía de Barranquilla.
Otro atentando sicarial registrado en Soledad, Atlántico, dejó una persona muerta
Como Didier Rafael Orozco Mazzeneth fue identificada la víctima mortal de un ataque sicarial cometido en el barrio La Central de Soledad, Atlántico, sobre la calle 69c con la carrera 4, mientras se encontraba en un establecimiento comercial pasadas las 6:00 de la tarde de este sábado.
Al lugar de los hechos, según la versión aportada por testigos, llegaron dos personas a bordo de una motocicleta y le propinaron varios impactos de bala a Orozco Mazzeneth, dejándolo malherido y obligándolo a ser trasladado a la clínica La Misericordia, para luego ser remitido hasta el Hospital Universidad del Norte por la gravedad de sus heridas.
González Mazzeneth fue auxiliado por las personas que se encontraban en el lugar en el que se cometió el hecho de sangre. Sin embargo, pese a los esfuerzos, la gravedad de las heridas lo llevó a perder la vida.
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