¡Respete, doctor Macias! Columna de Óscar Montes
El panelista Óscar Montes habló sobre el tiempo que le dio el senador Macias a una líder estudiantil para exponer sus ideas.
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El Congreso de la República es el escenario natural para la confrontación de ideas. Es el espacio propicio para escuchar los argumentos y las ideas de quienes han llegado allí para ser voceros de sus electores.
Es el ágora de las democracias modernas, al igual que la plaza pública. En el Congreso de la República no se puede coartar la libertad de expresión, ni se puede censurar a quienes llegan allí para expresar sus ideas.
Por ello, lo que sucedió anoche con el presidente del Senado, Ernesto Macias, y la líder estudiantil, Jennifer Pedraza, quien exponía los motivos que justifican la marcha de este miércoles en defensa de la universidad pública, es demasiado grave.
El senador Macias decidió que la joven estudiante solo hablara un minuto y quince segundos: 45 segundos inicialmente y después, en un acto de generosidad, según él, otorgarle otros 30 segundos para que redondeara sus ideas. “Treinta segundos, niña y termina”, le dijo Macias a la estudiante, con un tono sexista, irrespetuoso y grosero.
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Está bien que el reglamento interno del Congreso, así como las reglas fijadas por la mesa directiva del Senado, establezcan un límite de tiempo para las intervenciones de congresistas e invitados, pero ello en ningún momento significa una camisa de fuerza o una regla inflexible. El presidente del Senado está también para darle un manejo inteligente a las sesiones.
En el Congreso de la República hemos escuchado intervenciones kilométricas y soporíferas por parte de varios congresistas, llenas de lugares comunes y frases huecas, que en nada contribuyen a una sana discusión, como para que la joven estudiante Pedraza no pudiera hablar más un minuto, porque así lo decidió el senador Macias.
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¡Hay que ver y oír las barrabasadas y barbaridades que se dicen en las plenarias del Senado! El Congreso de la República no es, senador Macias, el patio de la casa de algún congresista, sea o no presidente del Senado, donde se puede mandar a callar a un colombiano o a una colombiana, que contribuyó con su voto a fortalecer las instituciones y la democracia. ¡Respete, doctor Macias!