Con la creación de brigadas especiales, el Dagma busca recoger los tres millones de metros cúbicos de escombros que hay en toda la ciudad.
Más de 60 personas estarán en la tarea de despejar estos residuos y de sancionar con la Policía, a través del comparendo ambiental, a aquellos carretilleros u otras personas que sean sorprendidos arrojando escombros en sitios no autorizados.
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“Vamos a reaccionar a la aparición de los pequeños sitios en donde nos dejan escombros, estamos con los operadores de aseo a ver cómo hacemos acciones para identificar y sancionar a quienes los están arrojando”, Luis Alfonso Rodríguez, director del Dagma.
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Agregó el funcionario, que en la escombrera de Petecuy, funcionara la estación provisional de transferencia para depositar los residuos sólidos mientras se construye un sitio exclusivo para esa función.