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Los rectores de varias instituciones de la Arquidiócesis de Cali se vieron cara a cara con los líderes de pandillas del oriente de la ciudad para llegar a un acuerdo de ‘no agresión’ con los estudiantes.
Los directivos se unieron para llevar un mensaje en nombre de padres de familia, docentes y de los mismos estudiantes, que lograra parar las agresiones contra niños y adolescentes que estudian en primaria y bachillerato.
La jornada se vio motivada debido a los constantes problemas de seguridad en los alrededores de varios colegios donde se han registrado atracos, riñas y hasta asesinatos.
Según Hernando González, vocero de los colegios de la arquidiócesis, los problemas han ido trascendiendo hasta tal punto que los mismos pandilleros están agrediendo a estudiantes que son de su misma familia.
“Los niños se encuentran en permanente amenaza, les roban los maletines, la plata, a algunos los mandan descalzos para la casa y quienes no se dejan robar son heridos mortalmente”, dijo González.
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Los esfuerzos han dado frutos. Después de varias semanas de diálogos los líderes de pandillas se acogieron una especie de acuerdo de paz, que también incluye liberar de venta de drogas los alrededores de las instituciones educativas.
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El plan se aplicará en las 27 instituciones educativas de la Arquidiócesis pero que se espera se replique en 100 colegios más, pertenecientes al sector público, como también al sector privado que operan en las zonas más vulnerables de la ciudad.
El primer colegio en el que se aplicó este tratado de ‘no agresión’ está ubicado en el barrio Llano Verde, donde se realizarán constantemente actos simbólicos para darle la ‘bienvenida’ a la paz.
“Ellos (los pandilleros) están de acuerdo a colaborar, pues quieren que haya tranquilidad, ya que en los colegios hay muchos niños que son amigos, familiares, amigos y vecinos de ellos”, concluyó el rector González.
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