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"Otty Patiño, alto comisionado para la paz, llega en el momento más oportuno para corregir los errores cometidos y recuperar la confianza entre el Gobierno nacional y la disidencias de 'Iván Mordico' que comanda alias Iván Mordisco", dijo Sebastián Martínez, vocero de esa guerrilla en la mesa de diálogos de paz, tras asegurar que desde el 7 de diciembre se reactivó la mesa en la ciudad de Popayán.
En diálogo con Blu Radio desde las montañas del Cauca, Martínez dijo que la reactivación de la mesa está marchando muy bien y que, contrario a otras ocasiones, esta vez se hizo una reunión muy discreta en la ciudad de Popayán, donde se cumple por tercer día el encuentro y que al finalizar la misma se expedirá un comunicado en donde las partes anunciarán al país la hora, fecha y sitio donde comenzaría el primer ciclo de diálogos de paz.
Aseguró que la confianza se construye entre las dos partes y que el objetivo de las disidencias, "es lograr los acuerdos que permitan parar la guerra, pero para eso es necesario hacer dos cosas: dejar de echarnos tiros y desactivar el motor de la guerra que son las desigualdades, el despojo y el modelo económico", aseguró Martínez.
Indicó que algo que afectó en un principio a la mesa fue el exceso de voluntad de las partes, ya que por un lado, la comisión del gobierno quiso sacar muchos resultados en corto tiempo y eso implicó que los acuerdos no se desarrollaran de la mejor manera y que hubiera un desorden total que originó que se incumplieran acuerdos que eran fundamentales, como unas visitas humanitarias, conformación de los equipos de monitoreo, entre otras cosas, dijo el vocero de la guerrilla de estas disidencias.
Con la llegada de Otty Patiño, tenemos que avanzar en una agenda más ordenada, mucho más pausada, con hechos concretos y reales para la población colombiana
Aseguró que estos dos días de reunión en Popayán han sido muy importantes para redefinir la agenda y pactar de una vez por todas fecha, hora y sitio del primer ciclo de conversaciones de paz.
"Estamos avanzando, pero aún no hemos discutido con el gobierno nacional el modelo de proceso de paz con las disidencias", aseguró este hombre, quien advirtió que Colombia está muy mal experimentada en un modelo de diálogos que son el desarme, desmovilización y reincorporación, precisamente el modelo menos exitoso y el modelo con más fracasos en el mundo.
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"Nosotros tenemos un cese de fuego pactado hasta el 15 de enero del 2024 y la comunidad debe entender que de parte de las disidencias vamos a mantener la palabra y esperamos que producto de los avances y evaluaciones que se deben realizar en conjunto se pueda prorrogar el cese al fuego", sostuvo.
Esto lo tenemos que analizar las dos partes porque aquí no se trata de quién echa más tiros, aquí se trata de cómo se logra reducir las afectaciones que origina el conflicto y el cual afecta directamente a las madres de los policías, soldados y guerrilleros.
"El cese al fuego tiene que evaluarse por las dos partes o sino sería una alcahuetería", porque las partes cometen errores y están ocurriendo hechos que son cometidos por los enemigos de la paz y que están siendo atribuidos a las disidencias de 'Iván Mordisco', y eso no se puede aceptar, insistió Martínez.
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Con la reactivación de la mesa hace 48 horas, no hay justificación alguna para que el ministro de la defensa siga negando la instalación de la misión de verificación, monitoreo y veeduría del cese al fuego, por eso hacemos un llamado al gobierno nacional para que cumpla con ese acuerdo pactado en Tibú, norte de Santander.
Aseguró que, de acuerdo con un informe preliminar, hay entre 20 o 25 incidentes que una vez se instale el comité de veeduría, monitoreo y verificación, deberán abordarse para establecer las responsabilidades de quien violó el cese al fuego.
Señaló que, a pesar de que ellos, las disidencias, han denunciado desde hace varias semanas con mapas satelitales y otras pruebas la alianza que hay entre un sector de la fuerza pública y grupos de paramilitares que vienen causando el terror en varias zonas de Cauca y Nariño, nada se ha hecho para impedir que estos grupos armados ilegales sigan avanzando en esas zonas donde han causado el desplazamiento y confinamiento de miles de familias.
Confío en que en el reacomodamiento de la cúpula militar se inicie una investigación para acabar con esa vieja práctica de las alianzas entre integrantes del ejército, policía y grupos de autodefensas, especialmente en zonas del suroccidente de Colombia.
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