El desespero y la angustia se ha apoderado de la familia de Camila Suárez Galván, la joven de 20 años de edad y funcionaria de la Registraduría Nacional en Convención, en la zona del Catatumbo. En la mañana del martes 15 de agosto fue secuestrada después de que hombres armados llegaron hasta su lugar de trabajo y se la llevaron con rumbo desconocido.
Horas después, la comunidad, que está cansada ante los constantes hechos de secuestro y extorsión, marchó por las principales calles de Convención para pedir la paz y que las personas que permanecen en cautiverio regresen al seno de su hogar.
Este gesto lo agradeció Geovanny Suárez, padre de la joven secuestrada y quién pidió a los captores que le respeten su vida y que le permitan regresar al seno de su hogar. "Es tan solo una niña, por qué no se metieron conmigo que soy un hombre, llámenme y voy a la hora que sea para hacer un cambio por ella", dijo en su angustia y desespero.
Entre tanto, el registrador nacional, Alexander Vega Rocha, manifestó que se trabaja en las investigaciones para conocer quiénes están detrás de este secuestro y exigió que sea devuelta lo más pronto posible al seno de su hogar. "Lo hemos dicho, el Catatumbo es una de las zonas con riesgo alto en esta jornada electoral y esperamos mayor atención y garantías en materia de seguridad para nuestros funcionarios en el ejercicio de sus funciones", agregó.