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En Bucaramanga se ha vuelto una tradición que en las iglesias católicas se realicen las novenas de aguinaldo en horas de la madrugada y para invitar a los feligreses a la eucaristía, muchas parroquias optaron por lanzar voladores de pólvora como un llamado a la comunidad.
Debido a eso, la ciudadanía que vive a los alrededores de las iglesias ha denunciado a la Policía que el sonido de los voladores no los deja dormir, así lo afirmó el coronel Cesar Buitrago de la Policía de Bucaramanga.
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“Es un dilema entre las costumbres y la normatividad y hay tradiciones que nos hacen daño, no solamente los niños se queman también los adultos”, señaló el coronel, haciendo referencia al peligro de quemar pólvora.
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Las autoridades dialogaron con los sacerdotes no solo para regular la quema de voladores, sino para sugerirle a los párrocos que disminuyeran el volumen en los equipos de sonido utilizados para las novenas, pues este también ha sido un motivo de queja.
Finalmente la Policía reitera a los bumangueses que el uso pólvora está prohibido en la capital santandereana.
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