El esloveno Tadej Pogacar se coronó este domingo en París como campeón del Tour de Francia 2025, sumando así su cuarto título en la 'Grande Boucle' (2020, 2021, 2024 y ahora 2025). Con esta victoria, igualó al británico Chris Froome y quedó a solo una conquista de los históricos Jacques Anquetil, Eddy Merckx, Bernard Hinault y Miguel Induráin, quienes suman cinco coronas.Aunque ya tenía asegurado el maillot amarillo desde días atrás, Pogacar no se guardó nada y peleó hasta el final por la etapa en la capital francesa, donde fue cuarto. El belga Wout van Aert (Visma-Lease a Bike) se llevó el triunfo del día, tras imponerse en solitario luego de un ataque en el último ascenso a Montmartre.Una última etapa con emoción y lluvia en ParísLa etapa de cierre volvió a la capital francesa tras un año de ausencia debido a los Juegos Olímpicos de París 2024. Esta vez, el recorrido incluyó tres pasos por el barrio de Montmartre, con una subida corta pero exigente de 1,1 kilómetros al 5,9 % de inclinación.La lluvia, que no dio tregua, obligó a los organizadores a neutralizar los tiempos a 50 kilómetros de la meta para evitar caídas. Sin embargo, eso no impidió que Pogacar intentara el doblete y que el público parisino disfrutara de una jornada festiva, con bailarinas del Moulin Rouge y hasta un pintor retratando al campeón en plena Rue Lepic.Un podio de lujo y más maillots para la vitrinaEn la clasificación general, Pogacar le sacó 4 minutos y 24 segundos al danés Jonas Vingegaard, su eterno rival. El alemán Florian Lipowitz (Red Bull-Bora) fue tercero y, además, se llevó el maillot blanco como mejor joven, siendo el primer alemán en el podio desde Andreas Klöden en 2006.El maillot verde de la regularidad fue para el italiano Jonathan Milan (Lidl-Trek), uno de los mejores velocistas del pelotón.A sus 26 años, Pogacar ya acumula 22 victorias de etapa en el Tour y sigue agrandando su leyenda. Con una sonrisa y los brazos en alto, cerró otra edición inolvidable, ya con la mirada puesta en alcanzar el olimpo de los cinco grandes campeones.
El ciclista australiano Kaden Groves (Alpecin-Deceuninck) se llevó este sábado una victoria inolvidable en la penúltima etapa del Tour de Francia 2025. Groves, especialista en los sprints y con amplia experiencia en grandes vueltas, supo aprovechar una jornada caótica marcada por la lluvia y una caída que cambió por completo el panorama.Cuando todo indicaba que Iván Romeo (Movistar) podía luchar por su primera victoria en el Tour, una curva mojada le jugó una mala pasada. El español se fue al suelo junto al francés Romain Gregoire a 21 kilómetros de la meta, justo cuando lideraban la escapada. Romeo se golpeó las costillas con un bordillo y quedó fuera de combate, abriéndole camino a Groves.Pogacar acaricia su cuarto Tour de FranciaMientras el australiano celebraba su primer triunfo en la ‘Grande Boucle’, el esloveno Tadej Pogacar entraba con tranquilidad al grupo de favoritos, siete minutos después. La general no sufrió modificaciones, y todo indica que Pogacar subirá este domingo al podio en París vestido de amarillo, consagrándose por cuarta vez campeón del Tour de Francia.La subida a Montmartre en la última jornada podría definir el triunfo de etapa, pero no se espera que altere las posiciones del podio.Tercer triunfo para el Alpecin-DeceuninckCon esta victoria, Groves suma la décima de su carrera en grandes vueltas y le entrega a su equipo, el Alpecin-Deceuninck, el tercer festejo en esta edición del Tour. Lo hizo sin la compañía de sus jefes de filas habituales, Jasper Philipsen y Mathieu van der Poel, quienes abandonaron la carrera días atrás.A sus 26 años, Groves demostró que también puede brillar en solitario, en una etapa que lo consagra como uno de los nombres propios de esta edición del Tour.
Menos de una semana después de su victoria en Superbagnères, el neerlandés Thymen Arensman (Ineos) se pellizcaba en la cima de La Plagne, bajo la intensa lluvia alpina, no se creía su segundo triunfo en el Tour en el año de su debut, además ante "los extraterrestres" Tadej Pogacar y Jonas Vingegaard."No me doy cuenta de lo que acabo de hacer", fue lo primero que dijo Arensman en La Plagne, donde se convirtió en el sucesor de su compatriota Michael Boogerd, quien alzó los brazos en la misma cima hace 23 años."Estoy destrozado. No lo puedo creer. Ganar una etapa ya era increíble. Eso ocurrió desde la escapada, pero hoy lo conseguí contra los corredores de la general, los más fuertes del Tour. Parece un sueño. He ganado a dos extraterrestres", dijo emocionado.Arensman llegó al pie de La Plagne con su compañero Tobias Foss, pero luego el noruego cedió y dejó al neerlandés a solas con los grandes monstruos de la general."En la subida lo tenía todo bajo control y pensé que los favoritos iban a marcarse entre sí. Tadej y Jonas son prácticamente extraterrestres, los ciclistas más fuertes del pelotón. Y quiero vencerlos como un mortal. No puedo creer que lo haya logrado. Es una locura", concluyó.Humano contra extraterrestres "Se trata de Tadej y Jonas. Todo el mundo sabe que son los mejores del mundo, casi unos extraterrestres, y yo soy sólo un ser humano. Pero acabo de ganarles, es una locura", añadió.Luego de haberse escapado al inicio de la subida final, el escalador de 25 años no contó con más de medio minuto de margen, pero le resultó suficiente para no ser alcanzado en ningún momento por la dupla Pogacar-Vingegaard.¿Pero hubiera logrado esa victoria si Pogacar se hubiese mostrado más ambicioso? La misma pregunta fue formulada al esloveno en conferencia de prensa. "No lo sé, yo contaba los kilómetros para el final. Arensman iba fuerte, bravo por él. Yo imprimía un ritmo defensivo en el que estaba cómodo y que me permitía responder a un eventual ataque".Pogacar añadió que el protocolo del maillot amarillo le está haciendo mella, y que es difícil "estar concentrado y motivado cada día".Bajo una intensa lluvia, en una etapa que resultó menos emocionante de lo esperado, los dos hombres que se reparten las cinco últimas ediciones del Tour se vigilaron mutuamente en la subida a la estación de esquí alpina, antes de que el danés esprintase en los últimos metros previos a meta en busca de un honor más moral que práctico de cara a la general.Pogacar se mostró más conservador de lo que en él es habitual, o quizá con menos fuerzas de las que presentó en la primera mitad de la carrera. 'Pogi' se limitó a defender su ventaja, mientras que Vingegaard también pareció resignado a su segundo puesto en la general.
La decimonovena etapa del Tour de Francia, prevista para este viernes entre Albertville y La Plagne, tuvo que ser acortada y no pasó por el Col des Saisies, debido a un brote de dermatosis nodular contagiosa detectado en un rebaño de vacas.La medida, que podría implicar el sacrificio de los animales afectados, fue anunciada por los organizadores la noche del jueves."El descubrimiento de un brote de dermatosis nodular contagiosa en un rebaño situado en el Col des Saisies ha obligado a sacrificar a los animales", anunció ASO, la empresa organizadora del Tour."Ante la angustia de los ganaderos afectados y para preservar la serenidad de la carrera, se ha decidido, de acuerdo con las autoridades, modificar el recorrido de la 19ª etapa Albertville-La Plagne y no atravesar el Col des Saisies", agregó ASO.La etapa solo cubrió 95 kilómetros en lugar de los 129,9 km previstos inicialmente.La salida ficticia se mantuvo en Albertville, como estaba previsto, pero se retrasó alrededor de una hora. A continuación, la carrera retomó su recorrido original poco antes de Beaufort, en el kilómetro 52,4 de la ruta inicialmente prevista, precisó la organización.Ganador de esta recortada etapaEl neerlandés Thymen Arensman se impuso este viernes en la última etapa de montaña del Tour, con final en La Plagne, superando por apenas dos segundos a Jonas Vingegaard y a Tadej Pogacar, que sale de los Alpes con el cuarto título muy encarrilado.Fue el segundo triunfo parcial para Arensman en este Tour, después de haberse llevado otro final en alto, en Superbagnères en la 14ª etapa, en los Pirineos.Luego de haberse escapado al inicio de la subida final, el escalador de 25 años no fue alcanzado en ningún momento por la dupla Pogacar-Vingegaard.
El danés Jonas Vingegaard aceptó la derrota en el Tour de Francia y afirmó que el esloveno Tadej Pogacar lo merece porque "es el más fuerte"."Ha sido el más fuerte, merece ganar. Hay un momento en el que tienes que aceptarlo y lo acepto", aseguró el ciclista del Visma tras la última etapa de alta montaña.Vingegaard, que tiene casi cuatro minutos y medio de desventaja, dijo que en esta jornada, con meta en la cima de categoría especial de La Plagne, ya no intentó restar tiempo a Pogacar y que su único objetivo era sumar una victoria de etapa."Para ser honesto, lo que perseguía era la victoria de etapa. Desgraciadamente Thymen Arensman ha hecho un buen trabajo y ha merecido ganar, ha sido muy fuerte. En el final no intentaba recuperar tiempo sobre Tadej. Desgraciadamente no he podido ganar", señaló.Einer Rubio: "Teníamos que jugárnosla de salida"El colombiano Einer Rubio se mostró satisfecho de haber intentado ganar la decimonovena etapa del Tour de Francia con una escapada temprana que no pudo llevar hasta el final."Teníamos que jugárnosla de salida, hacer la primera subida muy rápido, pero no ha sido posible. Nos ha llegado el grupo de favoritos por detrás. Pero, bueno, lo hemos intentado y estoy satisfecho por ello", aseguró el corredor de Movistar.Rubio aseguró que la etapa de la víspera fue más dura, pero la de La Plagne tampoco fue fácil: "Pero estamos acostumbrados a guerrear"."Sabía que hoy sería una batalla, porque recortaron la etapa y sería muy explosiva. Todo el mundo se motiva y pasan estas cosas", agregó en alusión a la mutilación del recorrido final en 36 kilómetros y dos puertos por un brote de "dermatitis nodular contagiosa" que afectó al ganado en la zona del Col des Saisies y que obligó al sacrificio de los animales. Por cuestiones de seguridad, se acordó el desvío del recorrido.
El esloveno Tadej Pogacar consideró que tuvo "una buena jornada" en la que fue segundo y acrecentó su ventaja en la general y señaló que los ataques del Visma del danés Jonas Vingegaard "no sirvieron para nada".El corredor del UAE consideró que el Tour todavía no está ganado y advirtió de que queda la jornada de mañana, que auguró muy dura."Veremos qué pasa mañana, es otro día muy duro. Si la etapa es como la de hoy estoy más tranquilo porque el equipo ha estado muy fuerte. El Visma lo ha intentado todo, pero no les ha servido para nada, mis compañeros me han defendido bien, hemos estado muy cohesionados", señaló el campeón del mundo."Mañana correremos con el mismo planteamiento, buscando también sobrevivir, igual que hoy. Puede que busquemos la victoria en la etapa de los Campos Elíseos", afirmó.El esloveno indicó que no la buscó en la Loze, un puerto donde hace tres años sufrió mucho, porque se subió por una vertiente diferente a la de 2022, menos dura."La otra vertiente es más dura, me gustaría pronto poder afrontar una etapa por esa vertiente, entonces sí iré a buscar la victoria. Hoy era más fácil, aunque es dura, pero la otra es peor", comentó."Hoy era difícil sacar ventajas, pero estoy contento de seguir de amarillo y de haber sacado algo de renta, ha sido un buen día", dijo.
El esloveno Tadej Pogacar chocó sin gravedad con un coche del Visma, equipo de su rival Jonas Vingegaard, mientras se dirigía a la salida de la 17ª etapa del Tour de Francia, este jueves en Vif."Íbamos hacia la línea de salida en medio de coches, no había peligro por delante. Íbamos detrás del coche (de la formación Visma), quizá un poco demasiado cerca, y el conductor frenó de repente. No sé si lo que quería era controlar mis frenos", bromeó el maillot amarillo para la televisión británica antes de la salida."No vi por qué pegó el frenazo (...) pero todo va bien", tranquilizó el esloveno de 26 años, que pudo tomar sin problemas la salida de la etapa reina del Tour de Francia en los Alpes.En el programa: tres puertos de categoría especial, entre ellos el temible col de la Loze, donde Tadej Pogacar vivió uno de sus peores días como corredor, en 2023.Pogacar lidera la general con más de cuatro minutos sobre el danés del Visma Jonas Vingegaard.O'Connor gana en la Loze, Pogacar anula la estrategia del VismaEl australiano Ben O'Connor (Jayco AlUla) se impuso este jueves en solitario en una de las etapas reinas, con llegada en el puerto de la Loze, de categoría especial.En la pelea por la general, el maillot amarillo salió indemne, e incluso reforzado, de las maniobras del Visma de Jonas Vingegaard, al que se le agotan el tiempo y los kilómetros para un cada vez más improbable vuelco en la general.El colombiano del Movistar Einer Rubio fue adelantado a unos metros del final por Pogacar (2º en meta), que amplió su ventaja al frente de la general en otro puñado de segundos.Luego de haber dejado aislado a 'Pogi' en el col de la Madeleine -segundo puerto de categoría especial del día-, Jonas Vingegaard no tuvo fuerzas para sacar provecho de esa ventaja numérica, y vio cómo varios compañeros de 'Pogi' en el UAE, entre ellos el ecuatoriano Jhonatan Narváez, contactaban con el grupo principal.Finalmente el maillot amarillo demarró para sacar 9 segundos en meta al danés, al que saca 4 minutos y 26 segundos en la general.
El ciclista colombiano Santiago Buitrago dijo este miércoles a la AFP que se encuentra mermado físicamente en este Tour de Francia pero, después de haber sido tercero en la etapa del martes, espera "dar lo mejor" en las jornadas que quedan hasta la meta final del domingo."Quedan dos etapas en las que todavía se puede esperar algo y espero seguir sacándole el máximo a mi cuerpo. No estoy al 100 %, pero intento dar lo mejor", declaró el corredor del Bahrain en la salida de Bollène, antes de una 17ª etapa que conduce al pelotón hasta Valence.El Tour de Buitrago quedó muy condicionado en la etapa con final en Muro de Bretaña, la séptima de esta edición, el pasado 11 de julio. Allí se vio implicado en una fuerte caída cerca del final y cruzó la meta con el maillot rasgado y heridas visibles."No ha sido para nada el Tour que esperaba. Venía con otras ilusiones y otros objetivos. Después de la caída todo ha cambiado bastante", admitió.El martes, Buitrago (25 años) consiguió un meritorio tercer puesto en la 16ª etapa, con meta en alto en el Mont Ventoux, a solo 4 segundos del francés Valentin Paret-Peintre y del irlandés Ben Healy, primero y segundo del día respectivamente."Lo de ayer es simplemente eso, el querer sacar algo bueno después de todo", explicó Buitrago en su charla con la AFP.En la general empezó la 17ª etapa como 46º, a casi dos horas del líder Tadej Pogacar y a una hora y 50 minutos del podio, por lo que su objetivo en los días que quedan es dar alguna alegría a su equipo y a su país en las etapas de montaña.
Un hombre fue interceptado por un policía y por un miembro de la organización del Tour de Francia cuando buscaba cruzar en bicicleta la línea de meta de la 17ª etapa, justo antes de la llegada de los corredores este miércoles a Valence, según constataron fotógrafos de la AFP.El incidente, que no fue difundido por televisión, tuvo lugar apenas unos minutos antes del esprint final.El hombre, con casco negro y maillot del equipo francés Decathlon-AG2R La Mondiale, fue derribado sobre el asfalto de forma contundente.En las fotos de la AFP se puede reconocer también al hombre encargado de las llegadas, empleado de la empresa organizadora del Tour, ASO, quien había placado a un militante propalestimo en la meta de la 11ª etapa el pasado miércoles en Toulouse.Por el momento, ASO no ha emitido ningún comentario para explicar los hechos.Así terminó la etapa 17Sin el belga Tim Merlier o el eritreo Biniam Girmay, descartados tras una caída a 800 metros de meta, fue Jonathan Milan el que se llevó la victoria al esprint este miércoles en la 17ª etapa del Tour de Francia.El coloso italiano del Lidl-Trek, de 1,96 metros de altura, se embolsó 50 puntos que refuerzan su maillot verde y le despejan el camino para poder vestir en París el domingo la túnica que premia al corredor más regular en las llegadas y en los esprints intermedios.La lluvia, presente en los últimos 40 kilómetros de etapa con salida en Bollène, fue protagonista en el final en Valence, causando una caída en la que se vieron implicados varios hombres llamados al menos a obligar a un esfuerzo extra a Milan para llevarse su segunda victoria de etapa en este Tour.Aunque ninguno pareció haber sufrido daños que le impidan continuar la carrera, la llegada final perdió espectacularidad en tanto en cuanto dejó casi sin rivales a Milan.Al término de la etapa, el esloveno Tadej Pogacar conservó su holgado maillot amarillo en la víspera de la etapa reina en los Alpes.
Ante las acusaciones de arrogancia y los reproches por un dominio tan acentuado en el Tour de Francia, el maillot amarillo Tadej Pogacar aseguró este miércoles que su equipo no hace nada "para resultar arrogante", sino que trata simplemente de "hacer fácil la carrera"."La arrogancia es una cosa, tratar de ganar el Tour de Francia es otra", estimó el esloveno, cuyo equipo suma cinco triunfos de etapa y parte con todo a favor para conquistar el Tour.El martes se alzaron voces críticas, como la del director del TotalEnergies Jean-René Bernaudeau o del comentarista y exciclista Thomas Voeckler, que censuraron el comportamiento de Nils Politt, el compañero alemán de Pogacar, que reprendió a varios corredores que trataban de formar una escapada camino del Mont Ventoux.Un intento de intimidación finalmente infructuoso: unos kilómetros más adelante se formó una fuga de 34 corredores, de la que salió el vencedor de etapa, el francés Valentin Paret-Peintre."Muchos corredores pueden vernos como arrogantes, como ayer, cuando tratamos de calmar las cosas, porque somos el equipo que debe controlar cada kilómetro de esta carrera", afirma "Pogi".Las críticas arreciaron los últimos días luego de la exhibición de Pogacar en los Pirineos y la de su compañero Tim Wellens en Carcasona, victorioso después de una escapada, reprochando la voracidad de victorias de la formación emiratí."Tenemos que ver las cosas desde nuestra óptica, tratamos de no ser arrogantes, tratamos de hacer la carrera lo más fácil posible", añadió el triple ganador del Tour."Creo que algunos chicos deberían calmarse, en mi opinión, y puede parecer superarrogante decir eso, pero bueno...", concluyó.
Este miércoles, se disputó la etapa 11 del Tour de Francia y Nairo Quintana puso la cuota colombiana en la alta montaña; entró segundo y se trepó a la posición cinco de la general, puesto que deberá defender con los demás ciclistas que están a tan solo segundos.El pedalista boyacense no flaqueó y se metió en el grupo de fuga que buscaba la victoria. A pocos metros de la meta, el danés Jonas Vingegaard dio un golpe de autoridad y dejó a todos atrás, llegando primero a la cima del Granon, de categoría especial, que le permitió quitarle el maillot amarillo a Tadej Pogacar.Al término de una etapa en la que el Jumbo de Vingegaard acosó desde el primer kilómetro al líder, el danés, de 25 años, logró su primer triunfo de etapa en el Tour, por delante de un Quintana que entró a un minuto.Así, el vigente doble campeón esloveno cedió su liderato y ahora es tercero en la clasificación general; en primer lugar está Vingegaard y en segundo Bardet. Quintana es el único colombiano en el top 10. Así está la general del Tour de Francia: Escuche aquí el podcast de Cómo como:
Rigoberto Urán en entrevista exclusiva con Caracol Sports y Ricardo Orrego, habló de su situación en el Tour de Francia y las sensaciones que le dejó después de disputarse los primeros días. Además, se refirió a la fuerte caída que sufrió en el tramo de la octava etapa."Cuando uno se cae lo primero que hace el equipo es entregar la bicicleta, es como la guerra misma hermano, llegan con eso y arrancar sin importar qué es lo que usted tenga. Usted debe seguir, ya uno se acostumbra (...) No tengo nada grave, solo son inflamaciones y raspones, pero estoy seguro que esto pasará rápido", dijo el ciclista.Rigo se muestra confiado con lo que viene en las próximas etapas del Tour, pues en esta competencia "puede pasar de todo", y está seguro que su cuerpo mostrará signos positivos que le ayudarán a competir de mejor forma.Otro de los temas que trató el ciclista fue el clima, pues uno de los problemas que más se presentan a la hora de competir, son las altas temperaturas que se presentan en algunas regiones francesas por el verano. "Se reservan tanto los Alpes como la tripleta con son etapas muy duras. Sabemos que vienen unas horas de calor muy fuertes en estas tierras y estoy preparado para irme en fuga con la situación actual", sentenció.Para él, Pogacar no es imposible de alcanzar, pero reconoció que tiene "un talento innato y es superior a ellos". Según él, sin llegar a las partes más dificiles de la carrera, el esloveno ya tiene una amplía ventaja sobre sus rivales directos."Este es el último año de contrato, vamos a ver qué pasa en este club. Esta es una pregunta que me hacen muy seguido, no estoy viejo, estoy más joven y sigo siendo un niño para esto, acá puede pasar de todo. Mientras que me pueda divertir y me gusta, se hace más fácil", respondió sobre su posible retiro.Vea la entrevista de Rigoberto Urán en Caracol Sports
Su figura diminuta cubierta por el maillot rojo del Arkea, danza en el pelotón de los favoritos, un día tras otro, como hacía años que no se veía en el Tour de Francia. Nairo Quintana ha vuelto por la puerta grande y ha superado una primera semana que estaba cargada de obstáculos para él.Tras dos años en los que ha estado lejos de los mejores en la ronda francesa, Quintana siente que puede volver a pelear por algo grande, con la mente puesta en los tres podios que ha firmado, los dos segundos puestos (2013 y 2015) y el tercero de 2016.A falta de que llegue su terreno más favorable, el de Boyacá aguanta entre los mejores, es décimo de la general a 2.13 del esloveno Tadej Pogacar, pero a menos de un minuto del tercer puesto.Es el único colombiano que sigue entre los mejores, después de que Rigoberto Urán se dejara más de 7 minutos en la etapa de este domingo y Daniel Martínez perdiera más de 16.La criba de la primera semana pudo con ellos, pero no con Quintana, que mira con optimismo lo que ha pasado y lo que queda por delante.Regresar al cajón de París era su objetivo declarado antes del inicio de la prueba en Copenhague, pero la ambición se ha reforzado con el paso de los días, a medida que Quintana ha ido superando las zancadillas que le pone la carretera.El de Arkea se pone "buena nota" en su prestación hasta ahora, aunque reconoce que en La Plance des Belles Filles, primer final en alto de la edición, perdió "nos segundos interesantes"."Nos defendimos en el viento, en las etapas llanas con el equipo, y sobre todo pasamos bien la etapa que nos quitaba el sueño, el 'pavé', que superamos con buena nota, con buen sabor de boca", declaró.Escenarios en los que, en el pasado, el colombiano se había acostumbrado a perder tiempo que le descalificaban en la pelea por los primeros puestos.Quintana ha ganado en experiencia y en serenidad. A sus 32 años afronta su noveno asalto al Tour y lo hace con una cara totalmente diferente, como si el tiempo le hubiera enseñado a relativizar la carrera que ha marcado su vida de ciclista.Habitualmente taciturno, Quintana se muestra ahora más abierto y dicharachero, reparte bromas entre los periodistas y se le ve más integrado en el equipo Arkea, donde llegó hace dos años cuando salió rebotado del Movistar.Incluso se atreve a responder en francés, a pinchar a los reporteros y a sonreir de nuevo, liberado.MANTENER LA REGULARIDADTodo ello, sin perder la mirada ambiciosa sobre un Tour que le ofrece ocasión de volver a brillar. Una carrera que el ciclista se ha planteado como una prueba de obstáculos."Nos hemos preparado bien y como he dicho estos días, unos días iré bien y otros mejor. Vamos a mantener la regularidad, esperemos que la salud nos respete, si es así estaré con los mejores", analiza el corredor.Quintana se ha aferrado en el terreno más inhóspito y ahora aguarda que las carreteras se empinen y se adentren en las mayores altitudes, aquellas en las que sus condiciones de "escarabajo" colombiano le permiten tener ventaja con otros rivales."Comienza otra carrera, por selección natural, ya van a importar más las piernas que la cabeza. Es un terreno mejor para mi, hay que limar menos, el llano desgasta mucho", aseguró.Tras el descanso de mañana y una etapa de transición, el Tour se meterá de lleno en Alpes, donde afrontará dos etapas míticas, con ascenso al Galibier y meta en el Granon en la primera, y con la subida a la Croix de Fer y llegada en Alpe d'Huez en la segunda.Después quedarán los Pirineos, donde de nuevo se yerguen puertos de talla, algunos ya conocidos de un Quintana que vuelve a sentirse grande en el Tour.El colombiano fue 28 el año pasado, su peor actuación, asolado por los problemas y en 2020 acabó en el puesto 17 poniendo fin a una racha en la que siempre había estado entre los doce mejores.Favorito para la victoria final en sus primeras actuaciones, sobre todo tras haber acabado segundo en 2013 por detrás de Chris Froome, y de haber ganado el Giro de 2014 y la Vuelta de 2016, el ciclista de Boyacá fue perdiendo importancia en el Tour.Ahora, tiene la ocasión de tomarse una revancha de los años tristes. Y quiere afrontarla con una sonrisa.Le puede interesar. Escuche el podcast Ser campeón viene con Manual:
El luxemburgués Bob Jungels (AG2R Citroën) se impuso en solitario en la novena etapa del Tour de Francia, este domingo con final en Chatel, en un preludio alpestre al término de la cual el esloveno Tadej Pogacar conservó el maillot amarillo de líder de la general.La víspera de la primera jornada de descanso de esta edición de la 'Grande Boucle' -sin contar el día de traslado desde Dinamarca-, Jungels cruzó la meta en Chatel luego de 192,9 kilómetros de recorrido para lograr la primera victoria de su carrera en el Tour.Pogacar (UAE), quinto en meta, lideró el grupo principal en esta primera etapa de montaña en el Tour-2022.El esloveno sólo esprintó en los últimos kilómetros para tratar de arañar unos segundos a sus rivales. El segundo en la general, el danés Jonas Vingegaard, llegó a la par y ambos sacaron tres segundos a sus rivales por la general.Daniel Martínez, a 16 minutosEntre los colombianos, Nairo Quintana fue 10º, Urán 34º, y Daniel Martínez llegó a meta en el puesto 70, a más de 16 minutos del ganador.Como suele ser habitual, los días que preceden a una jornada de descanso, no faltaron voluntarios para configurar la escapada del día. Luego de un inicio de etapa a ritmo muy alto, fue sobre el kilómetro 45 cuando se conformó el grueso de la escapada del día, de la que fueron cayendo unidades y sumándose otros corredores. La fuga acabó superando la veintena de corredores, y contó con marcado acento español: Jonathan Castroviejo (Ineos Grenadiers), Carlos Verona (Movistar Team), Ion Izagirre (Cofidis), Luis León Sánchez (Bahrain Victorious), Rigoberto Urán (EF Education-EasyPost).En el Col de la Croix, puerto de primera categoría en Los Alpes que suponía la tercera dificultad del día, Jungels y Simon Geschke -nuevo maillot de la montaña- tomaron la iniciativa, con el luxemburgués dejando atrás al alemán en la bajada.En la siguiente subida, el Pas de Morgins (1ª categoría, 15,4 km al 6,1 %), dio un paso al frente el francés Thibaut Pinot (FDJ), pero no le valió para dar caza a Jungels.Dos españoles en podio de la etapaPinot fue finalmente cuarto en meta por detrás de la dupla española Castroviejo y Verona, a 22 y 26 segundos respectivamente."Estoy contento pero a la vez un poco disgustado porque nunca tengo oportunidades de estar en la fuga, la última que recuerdo fue hace dos o tres años en el Giro", declaró Castroviejo, del Ineos. "Después de estar trabajando mucho para el equipo todos los primeros días, al final es difícil meterse en una fuga y tener la condición para estar delante, y más con el nivel que había hoy, que era una fuga top".Jungels, de 29 años, dio la primera victoria en el Tour a su país desde Andy Schleck en 2011.En su palmarés cuenta con 25 victorias, entre las que destaca un "monumento", la Lieja-Bastoña-Lieja de 2018.Fichado en 2021 por el equipo AG2R francés, Jungels tuvo que ser operado el año pasado de la arteria ilíaca. Aunque tardó en recuperar su nivel, ya dio muestras de haberlo logrado en la Vuelta a Suiza (6º).Más allá de los títulos nacionales en Luxemburgo, su última victoria internacional se remontaba a 2019 (Kuurne-Bruselas-Kuurne).Esta victoria supone un alivio para la formación francesa, que ve cómo desde hace días su jefe de filas Ben O'Connor se halla en dificultades."Esta victoria quiere decir mucho para el equipo. Pasé años complicados, sobre todo el año pasado. Es un sueño ganar una etapa, ir a buscar la victoria de esta forma. Es mi forma de correr", afirmó Jungels.El maillot amarillo Pogacar, al igual que el conjunto del pelotón, afectado por varios positivos en covid-19, se someterá a un test de detección a lo largo del domingo. El francés Guillaume Martin fue este domingo por la mañana el tercer corredor en tener que abandonar el Tour a causa del virus."Pasé un test la última vez hace dos días cuando tuvimos un corredor positivo en el equipo. Tenemos los dedos cruzados para el test de hoy. Lo que puedo decir es que tenemos mucho cuidado, con un corredor por habitación. Esperamos seguir seguros", declaró Pogacar.Le puede interesar. Escuche el podcast Ser campeón viene con Manual:
Entre los Vosgos y los Alpes el Tour de Francia no se toma descanso y pone camino a Suiza con una jornada olímpica que termina junto al estadio de Lausana, sede del COI con un final escarpado propicio a ataques.Los 186,3 kilómetros entre Dole y la ciudad helvética combinan una parte sencilla en su inicio que se va complicando a medida que el pelotón pone rumbo a Suiza, con dos puertos de cuarta y uno de tercera en medio de un escenario rompepiernas que debe favorecer la formación de escapadas.Tras rendir homenaje a Louis Pasteur en el bicentenario de su nacimiento con un paso por Arbois, el pelotón se interna en territorio helvético para tocar techo en el col de Pétra-Felix, antes de iniciar el descenso hasta el lago Leman.Junto a sus orillas comienza la traca final, calificada de tercera categoría, 4,8 kilómetros con una pendiente media del 4,6 %, pero que, tras un descanso de un kilómetro en su tramo intermedio, reserva porcentajes por encima del 12 %.Si la prevista escapada llega con reta, ahí se jugará la victoria final del día, mientras que los favoritos para la general deberán, de nuevo, mostrar sus cartas.Etapa 8 del Tour de Francia: Dole - Lausanne (Suiza), 186,3 kmHora de salida: 13.20 horas (11.20 GMT)Hora prevista de llegada: 17.40 horas (15.40 GMT)Montaña:Cota du Maréchet (4ª): 2 km al 5,7 % a 110,7 km de la metaCota des Rousses (3ª): 6,7 km al 5% a 85,2 kmCol de Pétra Félix (4ª): 2,4 km al 1,5 % a 49,4 kmCôte du Stade Olympique (3ª): 4,8 km al 4,6 % en meta. Le puede interesar:Le puede interesar: escuche el podcast Fragmentos:
Daniel Martínez sigue siendo el mejor colombiano en la general del Tour, aunque pierde dos puestos y se sitúa décimo, una posición por encima de Nairo Quintana y seis mejor que Rigoberto Urán.El ciclista del Ineos fue undécimo en la primera etapa de alta montaña a 45 segundos del ganador, el esloveno Tadej Pogacar, del que ahora le separa 1.55 en la general.En el mismo grupo entró Rigoberto Urán, que pierde 3.09 con respecto al líder, mientras que Quintana cedió algo más de renta, 51 segundos, y está a 2.06 del maillot amarillo.Martínez vio cómo los franceses David Gaudu y Romain Bardet le superaban en la general, mientras que el ruso Alekxadr Vlasov perdió tiempo y se caía de los 10 mejores.El ciclista del Ineos tiene dos compañeros por delante, los británicos Geraint Thomas, vencedor en 2018, y Adam Yates. El primero, quinto en la etapa de hoy, está ahora en el tercer puesto, a 1.10 de Pogacar y aparece como la baza más sólida de su equipo para pelear por la general.Yates fue noveno a 29 segundos y en la general es cuarto a 1.18 del líder.Quintana sigue asegurando que está teniendo buenas sensaciones, aunque el explosivo final no se adaptaba a sus condiciones, por lo que cedió tiempo en la meta, una renta a la que restó importancia.El de Arkea afirmó que todavía tiene que llegar su terreno, la alta montaña, en la que espera recuperar la mejor versión, la que le llevó a subir en tres ocasiones al podio de París."Cuando llegábamos muy arriba iba bien con ellos, me faltó el último tramo, muy explosivo, con hombres muy potentes. Esperamos seguir bien. La regularidad es la clave para la general, mantenerse con los mejores", indicó.Quintana reconoció "sufrimiento" en el último kilómetro, donde había cotas al 24 %, pero afirmó que ha trabajado mucho para afrontar este tipo de pruebas y se dio a tope para perder el menos tiempo posible."En la rampa final me faltó un poco de aíre y hasta que recuperé ya se habían ido. Pero seguimos con optimismo y adelante", aseguró el ciclista, que destacó el "coraje" que le puso para perder el menor tiempo posible."Estoy ahí, espero ir poco a poco mejor o mantenerme ahí. Esta era una llegada muy explosiva para gente más potente", señaló.El colombiano reconoció que está afrontando este Tour con mejor talante, porque "cuando cambian los roles y los objetivos cambia el cuerpo"."Tenemos que estar alegres, con ganas, con motivación, independientemente del resultado que queremos, hay que darlo todo todos los días", dijo.También se planeta la carrera como una prueba de resistencia Urán, que sigue resistiendo con los mejores aunque las caídas le han provocado varios rasguños.El de EF es uno de los ciclistas más expertos del pelotón y ya sabe lo que es ser segundo del Tour, por lo que no está descartado para hacer una buena participación.Le puede interesar. Escuche el podcast Ser campeón viene con Manual:
El colombiano Nairo Quintana se mostró satisfecho del resultado de la séptima etapa del Tour de Francia, porque pudo aguantar con los mejores en el ascenso al puerto final y solo se descolgó en el final explosivo."Cuando llegábamos muy arriba iba bien con ellos, me faltó el último tramo, muy explosivo, con hombres muy potentes. Esperamos seguir bien. La regularidad es la clave para la general, mantenerse con los mejores", indicó.El líder del equipo Arkea cruzó la meta en el puesto 15, a 51 segundos del ganador, el esloveno Tadej Pogacar, y ahora es undécimo de la general a 2.06 del líder.Quintana reconoció "sufrimiento" en el último kilómetro, donde había cotas al 24 %, pero afirmó que ha trabajado mucho para afrontar este tipo de pruebas y se dio a tope para perder el menos tiempo posible."En la rampa final me faltó un poco de aíre y hasta que recuperé ya se habían ido. Pero seguimos con optimismo y adelante", aseguró el ciclista, que destacó el "coraje" que le puso para perder el menor tiempo posible."Estoy ahí, espero ir poco a poco mejor o mantenerme ahí. Esta era una llegada muy explosiva para gente más potente", señaló.El colombiano reconoció que está afrontando este Tour con mejor talante, porque "cuando cambian los roles y los objetivos cambia el cuerpo"."Tenemos que estar alegres, con ganas, con motivación, independientemente del resultado que queremos, hay que darlo todo todos los días", dijo.Le puede interesar. Escuche el podcast Ser campeón viene con Manual:
En diez años, La Planche des Belles Filles se ha hecho un hueco entre los mitos del Tour de Francia, situada ya en la lista de monumentos que comparte con Alpe d'Huez o Mont Ventoux y que el pelotón visitará por sexta vez.Su carácter extraordinario reside en la espectacularidad de sus rampas, pero también en el hecho de que se yergue en el macizo de los Vosgos, lo que sirve como aperitivo a las jornadas alpinas y pirenaicas.En su edición de 2022, La Planche des Belles Filles vuelve a ser meta de una etapa en línea, dos años después de haber servido de escenario para la contrarreloj final, en la que el esloveno Tadej Pogacar pasó por encima de su compatriota Primoz Roglic y le arrebatara el maillot amarillo un día antes del paseo triunfal del ganador por los Campos Elíseos.Fue un jalón más en su mito, el de una montaña que en esta ocasión volverá a ser el primer contacto con las grandes cotas y dejará al descubierto el estado de forma de cada uno.Por segunda vez, los organizadores han decidido, además, llevar la meta algo más arriba, a la llamada Super Planche des Belles Filles, lo que supone agregar a su recorrido un camino de un kilómetro, solo a mitad asfaltado, que pondrá todavía más a prueba las piernas de los competidores con rampas al 24 %.En total, el puerto cuenta con 7 kilómetros y una pendiente media del 8,7 %, con rampas del 13 % en su parte baja, del 11 % en el trazado medio y de hasta 20 % en la meta habitual, antes de que se le añadiera ese kilómetro fatídico.Solo en una ocasión en el pasado el Tour ha subido hasta ahí arriba, en 2019, cuando el belga Dylan Teuns culminó una larga escapada que le permitió inscribir su nombre en esa legendaria cima.Una leyenda que comenzó en 2012, cuando La Planche entró en el vocabulario del Tour de forma sonora. El británico Chris Froome fue el primer en imponerse en esa cima, en un año en el que acudía al Tour como gregario de su compatriota Bradley Wiggins, que dio paso decisivo en su camino hacia la victoria final.FROOME ABRIÓ LA LEYENDALa sensación en aquellas rampas fue que Froome era más fuerte que el líder, pero se sacrificó por su líder. Al año siguiente comenzó su reinado que le llevó a sumar cuatro triunfos en París.Dos años más tarde, obligado a abandonar Froome en la etapa de los adoquines tras sufrir una caída, fue el italiano Vencenzo Nibali quien se impuso en La Planche y se enfundó un amarillo que ya no abandonaría hasta el podio situado al pie del Arco del Triunfo.En 2017 fue su compatriota Fabio Aru quien logró una victoria de prestigio, dos años antes de que Teuns evitara el triplete italiano, al imponerse a Giulio Ciccone, que tuvo que conformarse con el liderato testimonial.Tras tres años de ausencia, La Planche regresó al recorrido, pero lo hizo con una contrarreloj pensada para ser decisiva y que no decepcionó.Roglic la afrontaba como claro favorito, con una renta de 57 segundos y la superioridad moral que le daba su condición de especialista en la lucha contra el crono.Pero el ciclista del Jumbo sucumbió en las rampas de La Planche, desdibujado con su casco a medio caer al cruzar la meta desarbolado por la exhibición de Pogacar, un debutante de 21 años que ahora apunta a su tercer Tour de Francia.En esta ocasión, el esloveno tendrá una etapa más clásica, no demasiado larga ni difícil, 176,3 kilómetros con salida en Tomblaine, con dos cotas de tercera en el camino pero sin grandes complicaciones.Hasta que a siete kilómetros para la meta el muro de La Planche se coloque en su camino y abra para unos la puerta de la gloria y la del infierno para otros.Etapa 7: Tomblaine - La Super Planche des Belles Filles, 176,3 kmHora de salida: 13.15 (11.15 GMT)Hora prevista de llegada: 17.29 (15.29 GMT)Montaña:Col de Grosse Pierre (3ª): 3,1 km al 6,4 % a 68,6 kmCol des Croix (3ª): 3,2 km al 6,3 % a 40,2 kmLa Super Planche des Belles Filles (1ª): 7 km al 8,7 %, en meta.Le puede interesar. Escuche el podcast Ser campeón viene con Manual:
El colombiano Nairo Quintana aparece sonriente en el final de la sexta jornada del Tour de Francia, tras haber mantenido una vez más su puesto entre los mejores de la general, y reconoce que afronta con mejor disposición esta edición de la carrera. "cuando las cosas salen bien, vienen las sonrisas"."Ha sido una etapa muy movida, muy difícil y rápida, nadie quería tirar y era posible que llegara la fuga, todo el mundo quería ir y era difícil de seguir. Van Aert ha estado sorprendente, poniendo tensión a todo el mundo y nosotros a rueda hacer lo que podemos", afirmó el ciclista del Arkea."Me siento bien. Estos años han sido de mucha preparación, hemos trabajado muy bien. Hemos tenido momentos agridulces y esperemos que el cuerpo vaya a mejor todos estos días hasta el final del Tour. Tengo buena sensación", indicó el colombiano, que agradeció el trabajo de sus compañeros."Cuando las cosas se hacen bien, todo sale bien", dijo Quintana, uno de los corredores más solicitados al final de la etapa, en la que entró en el grupo de los favoritos, lo que le sitúa en la undécima posición a 1:05 del líder, el esloveno Tadej Pogacar.El colombiano reconoció que Pogacar "está un punto superior al resto, un punto largo", como puso de manifiesto la exhibición final en una etapa que, sobre el papel, no parecía buena para sus intereses.Quintana señaló que la jornada de mañana, con meta en La Planche des Belles Filles, la primera llegada en alto, será "un examen" importante para conocer el estado de las fuerzas de todos."No es una etapa que me ha ido de maravilla, pero espero defenderme bien, estar con los favoritos como estos días. Estoy haciendo las cosas bien, he estado trabajando mucho, muchas horas, es el resultado de tanto trabajo y cuando las cosas salen bien, salen las sonrisas", dijo.Le puede interesar: las noticias curiosas del deporte con Entretiempo