De acuerdo con el funcionario, solo desde agosto hasta noviembre de 2016, el avión de Lamia trasladó a al menos 25 equipos de la Confederación Sudamericana de Fútbol, Conmebol.
Entre el listado se encuentran: Sport Recife, Chapecoense, Cuiabá, Figuerense, Flamengo, Vitoria, Curitiba, de Brasil; La Guaira, de Venezuela; Atlético Nacional y Junior, de Colombia; Emelec, de Ecuador; Estudiantes de la Plata, Belgrano de Córdoba, Lanús, Independiente, Banfield y San Lorenzo; de Argentina; Blooming y Real Potosí, de Bolivia; Cerro Porteño y Sol de América, de Paraguay; Real Garcilaso y Huancayo, de Perú; Palestino, de Chile; y Montevideo Wanderers, de Uruguay.
“Además, no solo viajaron clubes, sino también selecciones como la de Venezuela, la de Bolivia y la de Argentina”, agregó guerrero, al reiterar que se investiga si había alguna directiva de la Conmebol para obligar a los equipos a contratar con esta empresa.
A juicio del fiscal, Lamia cobraba un costo muchísimo menor a otras empresas por realizar vuelos chárter.
“Un vuelo, en otras aerolíneas, está entre los 150 mil 200 mil dólares, esta línea cobraba aproximadamente entre 80 mil y 100 mil dólares”, explicó.
Agregó que la investigación, que inició el pasado lunes, ya ha arrojado importantes resultados como el allanamiento de las oficinas de Lamia y la detención, este jueves, de Gustavo Vargas, director de la aerolínea y dos trabajadores.
El fiscal reveló que una de las hipótesis más fuertes que manejan las autoridades bolivianas es que Gustavo, hijo de Vargas, favorecía a Lamia desde la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC).
De otro lado, Guerrero manifestó que ha pedido a los fiscales de Colombia y Brasil hacer requerimientos a los clubes sobre la manera de cómo era la contratación y cuanto se cancelaba por el servicio de transporte.