¿No le gustó lo que compró? Norma hace que le devuelvan todo el dinero
En Colombia, los consumidores cuentan con el derecho de retracto, que les permite devolver un producto y recibir el dinero de vuelta si actúan en los plazos establecidos.
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Comprar un producto y luego darse cuenta de que no era lo que se esperaba o que en realidad no se necesitaba es más común de lo que parece. Ante estas situaciones, la legislación colombiana protege al consumidor con una figura denominada derecho de retracto.
Este derecho permite devolver el producto y recibir el dinero de regreso, aunque no es indefinido. Para ejercerlo, se deben cumplir una serie de condiciones establecidas por la ley.
El Estatuto del Consumidor, en su artículo 47 de la Ley 1480 de 2011, establece que cualquier persona cuenta con un plazo máximo de cinco días hábiles para arrepentirse de una compra. Este tiempo comienza a contarse desde el momento de la entrega del producto o, en el caso de los servicios, desde la firma del contrato.
El procedimiento es sencillo. Basta con notificar al proveedor la intención de devolver el artículo; no es obligatorio justificar la decisión ni presentar la factura, aunque sí se debe regresar el producto en las mismas condiciones en que fue recibido.
En cuanto al reembolso, la ley señala que el dinero debe ser devuelto en un plazo máximo de 30 días calendario. El monto no puede estar sujeto a descuentos ni retenciones, es decir, la devolución debe realizarse de manera completa. No obstante, el consumidor deberá asumir los gastos de transporte o envío del producto de regreso.
Este derecho fue diseñado principalmente para las compras a distancia o realizadas por medios no tradicionales: internet, teléfono, catálogos o televisión. También se aplica en operaciones con financiación directa, cuando el proveedor ofrece crédito, y en contratos relacionados con tiempos compartidos.
Sin embargo, no todas las compras cuentan con esta protección. El retracto no aplica en los siguientes casos:
En otras palabras, aunque la norma busca proteger al consumidor, reconoce excepciones en las que no resulta viable devolver lo adquirido.
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En la práctica, esta figura es muy útil para quienes compran en línea y descubren que el producto no cumple con sus expectativas, o para quienes se dejan llevar por promociones y luego se arrepienten.
Aun así, lo más recomendable es revisar con cuidado las condiciones del proveedor antes de comprar. Y, en caso de arrepentirse, actuar rápidamente: el plazo es de solo cinco días hábiles para acogerse al derecho de retracto.