El Gobierno quiere 'superpoderes' para manejar el presupuesto en medio de la crisis fiscal
El presidente Petro asegura que, si el Congreso hunde su presupuesto, hará recortes en las transferencias ‘al gran capital’.
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El Gobierno nacional quiere tener superpoderes para manejar el presupuesto en 2026 e incluyó una serie de nuevos artículos en el proyecto de ley que le permitirían hacer toda clase de movidas: desde pagar subsidios a los servicios públicos con deuda, hasta aplazar el cumplimiento de leyes si no hay plata.
El articulado radicado esta semana le daría al presidente Gustavo Petro las herramientas legales para que pueda llevar a la práctica las advertencias que le está haciendo al Congreso en su cuenta de X.
Si el Congreso no aprueba la ley de financiamiento que ya beneficiará es al próximo gobierno, el recorte de gasto debe ir contra las transferencias al gran capital
Esta semana, el Gobierno le llevó al Congreso una propuesta de presupuesto por 556.9 billones de pesos que va amarrado a una reforma tributaria por 26.3 billones. El gobierno puede expedir el presupuesto por decreto, pero si la tributaria no es aprobada tendrá que recortar el presupuesto y los artículos que están incluidos en esa ley preparan al gobierno para esa posibilidad.
El más importante de estos artículos es el 86 que establece, que el Gobierno podrá aplazar el cumplimiento de leyes o la entrega de recursos de destinación específica si no hay espacio fiscal.
“En caso de que no exista disponibilidad de recursos o espacio fiscal suficiente para incorporar dichas asignaciones en el presupuesto de 2026, el Gobierno nacional, por conducto del Ministerio de Hacienda y Crédito Público, podrá diferir su inclusión para ejercicios fiscales posteriores”, señala el artículo.
Solo se salvarían de esta nueva disposición las transferencias que aparecen explícitamente en la Constitución, las transferencias a las regiones (Sistema General de Participaciones), el sistema de salud y las universidades públicas. Piensen por ejemplo que esto dejaría en el aire muchas de las leyes que se aprueban en el Congreso. Piense por ejemplo, en la ley que habilitó el año pasado al gobierno a subsidiar las conexiones internas de gas natural para ampliar la cobertura del servicio, o en las leyes que obligan al pago de vigencias futuras a determinados proyectos.
No es la única herramienta. El Ministerio de Hacienda podría tener más campo de acción para hacer recortes.
En caso en que la proyección del recaudo de la totalidad de los ingresos no cubra los gastos apropiados, se faculta al Gobierno nacional - Ministerio de Hacienda y Crédito Público para aplicar instrumentos de priorización y racionalización del gasto a que haya lugar
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Además, el Gobierno está ordenando que todos los recursos que no se estén usando en fiducias, cuentas de ahorros y otros instrumentos financieros se devuelvan al Ministerio de Hacienda.
Los excedentes de los fondos del sector de Minas y Energía podrían ser utilizados ahora para financiar subsidios de energía y gas o para la entrega de páneles solares.
Incluso, el Gobierno se da así mismo la facultad de pagar los subsidios con deuda pública y ese el reconocimiento “no afectará el cupo de endeudamiento”.
Varios analistas han apuntado a que el Gobierno aumentó de forma inexplicable la proyección de gastos para 2026 desde que presentó el Marco Fiscal en junio. Según el Comité Autónomo de la Regla fiscal la diferencia hasta el momento es de 18.2 billones de pesos.
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"Eso significa un déficit mayor al previsto, que ya era muy alto, más necesidad de endeudamiento y deja serias dudas sobre la palabra del Ministro de Hacienda y sobre las cuentas del marco fiscal. En conclusión, este es un presupuesto inflado y de mentiras, y el gobierno lo sabe. Aparentemente está apuntando a que le nieguen otra vez el presupuesto para poder sacarlo por decreto y para presionar al Congreso con una ley de financiamiento que al fin y al cabo solo cubriría uno de cada cinco pesos de los gastos desfinanzados", aseguró el experto en finanzas públicas Germán Machado.
Las críticas vienen también de antiguos integrantes del gobierno como el exviceministro de Hacienda, Gonzalo Hernández para quien la tributaria de este año es "dos reformas tributarias de 2022".
"Luego de abandonar la regla fiscal, este Presupuesto hace parte de la segunda escena en el guión de mal manejo de las finanzas públicas. Confirma niveles históricamente altos de endeudamiento y déficit, que tendrán que ser enfrentados por el próximo Gobierno. En lo político, el gobierno Petro busca responsabilizar de su desorden al Congreso, con la posibilidad de que el Presupuesto de 2026 salga por decreto, como ocurrió este año. La respuesta del Congreso de la República debería ser la aprobación de un monto inferior, que tenga en cuenta los recortes necesarios", dijo Hernández a Blu Radio.