Atentado Miguel Uribe: abogado explica por qué el crimen recluta a menores como sicarios
El menor fue capturado en flagrancia con un arma de fuego tras el ataque en Bogotá que dejó herido al senador y precandidato presidencial.
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Un adolescente de 15 años fue detenido en flagrancia el pasado sábado 7 de junio como autor del atentado contra el senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay, en hechos ocurridos en el barrio Modelia, localidad de Fontibón, al occidente de Bogotá. El menor portaba una pistola Glock calibre 9 milímetros al momento de su captura.
Durante el ataque, perpetrado en medio de un evento político del partido Centro Democrático, Uribe Turbay recibió dos impactos de bala. Además, otras dos personas resultaron heridas.
El caso ha generado una fuerte discusión nacional sobre la participación de menores en crímenes de alto impacto. En entrevista con Sala de Prensa Blu, el abogado penalista Santiago Trespalacios explicó que estos jóvenes, más que ser seleccionados por la supuesta "suavidad" de la ley, son instrumentalizados por su vulnerabilidad.
“Estos menores no dimensionan las consecuencias de sus actos como lo haría un adulto. Su capacidad de comprensión está en formación y muchas veces son usados por estructuras delincuenciales que se aprovechan de su fragilidad social, emocional y económica”, aseguró Trespalacios.
El abogado también desmintió la creencia generalizada de que los menores actúan conscientes de que no recibirán castigos severos. “Este muchacho fue enviado prácticamente a una misión suicida. No valoró las consecuencias legales, sino que fue utilizado por un grupo que vio en él una herramienta fácil de manipular”, añadió.
Sobre las consecuencias jurídicas, Trespalacios explicó que el joven podría enfrentar una pena máxima de ocho años, pero también existe la posibilidad de que se acoja a un principio de oportunidad, es decir, que colabore con la justicia a cambio de una reducción de la sanción o incluso la extinción de la misma.
“La Fiscalía tiene la obligación legal de buscar ese tipo de acuerdos con menores de edad. En este caso, si el adolescente delata a los autores intelectuales del atentado, su sanción podría reducirse drásticamente o incluso desaparecer, dependiendo del alcance de su colaboración”, detalló.
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El abogado también recalcó la necesidad de un enfoque resocializador. “El objetivo debe ser la reinserción. La edad del joven lo hace aún maleable, y con el acompañamiento adecuado, puede reencauzar su vida. En cambio, si fuera enviado a una cárcel común, saldría con mayor preparación para delinquir”, afirmó.
La participación de un menor en este intento de homicidio ha reavivado el debate sobre la edad de responsabilidad penal en Colombia. Mientras algunos sectores piden reducirla, Trespalacios advirtió que esa medida sería un acto de represalia contra el eslabón más débil de la cadena criminal.
“El problema no se soluciona castigando más duro a los menores. Lo que necesitamos es atacar a quienes los manipulan, desmantelar esas redes criminales y garantizar oportunidades para nuestros jóvenes”, concluyó.
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