El canciller Álvaro Leyva fue suspendido el pasado 24 de enero por el mismo periodo de tiempo porque al parecer incurrió en dos faltas disciplinarias, calificadas de manera provisional como gravísimas cometidas a título de dolo.
Por un lado, declaró desierta la licitación sin tener los fundamentos jurídicos y por otro declaró urgencia manifiesta sin que supuestamente existieran causales para tomar esa medida.
Luego de que la Procuraduría General de la Nación prorrogara la suspensión de Álvaro Leyva tres meses más, para evitar que si el canciller en suspensión se reintegra a sus funciones, se pueda abrir la posibilidad de que reincida en los comportamientos imputados en el pliego de cargos.
El juicio disciplinario en contra de Leyva se encuentra en la fase de valoración de testimonios, y en este caso se determinó que la Procuraduría adelantará una inspección disciplinaria en las instalaciones de la Cancillería, para poder recaudar documentos clave que serán confidenciales.
Mientras esta diligencia sigue su curso, se confirmó también que se hará llegar al despacho de la procuradora general para que la defensa pueda presentar los recursos correspondientes.
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