Condenados ex gobernadores de Magdalena por obra de piscina olímpica que terminó demolida
La Corte Suprema de Justicia concluyó con esta condena que ese negocio jurídico se adelantó con varias irregularidades en el Magdalena.
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Este lunes, 14 de agosto, la Corte Suprema de Justicia, a través de un comunicado, anunció la condena para Ómar Ricardo Diazgranados Velásquez y Francisco José Infante Vergara, ex gobernadores del Magdalena, por irregularidades en la construcción de una piscina olímpica en Santa Marta.
El exgobernador Ricardo Diazgranados fue condenado a más de 11 años de prisión y casi 12 años de inhabilidad para cumplir cargos públicos, por inconsistencias en el manejo de los anticipos y autorizar el pago de 340 millones de pesos por la obra de la piscina José Benito Vives de Andreis, en Santa Marta pese a que no estaba culminada ni prestaba ningún servicio a los samarios.
"También fue inhabilitado para el ejercicio de derechos y funciones públicas por 142 meses y 9 días, y fue condenado a la inhabilitación intemporal del inciso quinto del artículo 122 de la Carta Política", puntualizó la Corte Suprema en el comunicado.
En el caso del exgobernador encargado Francisco Infante, este fue condenado a más de cuatro años de cárcel e inhabilitado también para cumplir funciones públicas por firmar un contrato por 259 millones de pesos sin cumplir los requisitos legales para adecuar y reparar dicha piscina.
Entre las irregularidades, se encontró que ese negocio jurídico se adelantó sin que se tuviera una licencia de construcción, sin contar con estudios, diseños y presupuesto, y con un fraccionamiento del contrato. También se realizó sin hacer una licitación, incurrió en inconsistencias en el manejo de los anticipos y las obras ejecutadas finalmente no sirvieron. Lo poco que se construyó de la piscina olímpica terminó deteriorado y tuvo que ser demolido.
“El resultado de todo esto fue, sin duda alguna, comprendido por el procesado, quien a pesar de ellos no se detuvo y produjo el resultado cambiando el objeto de lo contratado y liquidando una contratación irregular”, señaló la sentencia condenatoria de primera instancia.
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La Corte Suprema de Justicia concluyó con esta condena que ese negocio jurídico se adelantó con varias irregularidades que terminaron dejando una piscina olímpica deteriorada y la cual tuvo que ser demolida.
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