
En los últimos meses, Colombia ha vivido una de las más cruentas ofensivas criminales contra su fuerza pública: el denominado plan pistola del Clan del Golfo. Según confirmó el general Carlos Fernando Triana, director de la Policía Nacional, en entrevista con Mañanas Blu, ya suman 18 policías asesinados en esta arremetida directa. Entre militares y policías, la cifra total alcanza los 31 muertos.
“No son números, son seres humanos jóvenes que lo único que querían era prestarle un servicio a la patria”, expresó conmovido el general Triana. Los uniformados asesinados son:
- Subintendente Deimer Díaz
- Subintendente Nelson Cárdenas
- Patrullero Andrés Padilla
- Patrullero Jorge Luis García
- Subintendente John Jairo Evangelista
- Patrullero Andrés Felipe Carrillo
- Auxiliar de policía Alfonso Libo
- Patrullero Aldair Urango
- Patrullero Edwin Feria
- Patrullera Belén Durán
- Patrullero William Guardo
- Patrullero Rafael Suárez
- Patrullero Cristian Mora
- Patrullero Víctor Sánchez
- Subintendente Andrés Montañez
- Patrullero Rubén Velázquez
- Patrullero Luis Camaño
- Subintendente Robinson Acevedo

Estos asesinatos se han registrado principalmente en Antioquia, Córdoba, Sucre, Arauca, Bolívar y Norte de Santander, zonas que históricamente han sido golpeadas por el narcotráfico y los grupos armados ilegales.

Recompensas y medidas: el intento por frenar la masacre
El general Triana anunció que la Policía Nacional ha dispuesto recompensas de hasta 200 millones de pesos para quienes proporcionen información que permita capturar a los responsables, y hasta 20 millones por datos que ayuden a anticipar ataques. La comunidad, aseguró, ha empezado a responder: “Las personas están cansadas de observar esta dinámica criminal... nos está llegando mucha información”.

Además, se han tomado medidas extraordinarias, como permitir que los policías bajo amenaza puedan portar su arma de dotación incluso en sus casas.
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“Primero la vida de nuestros policías por encima de cualquier cosa”, enfatizó Triana, recordando que uno de los casos más dolorosos fue el de un joven policía asesinado mientras llevaba a su hija al colegio.
El Clan del Golfo no solo usa sicarios: también emplea artefactos explosivos, granadas y otras tácticas que buscan generar terror. Para Triana, este es un patrón que remite a “las malas prácticas criminales de la época de Pablo Escobar”: mafias narcoparamilitares que imitan viejos modelos de violencia, impulsadas por las rentas del narcotráfico.
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La ofensiva estatal: relanzamiento de la Operación Agamenón
El presidente Gustavo Petro y el ministro de Defensa han ordenado reforzar la Operación Agamenón, la ofensiva de seguridad más importante contra el Clan del Golfo. El general Triana detalló que en solo tres días se han logrado 100 capturas, incluyendo cabecillas, sicarios, financieros y pseudopolíticos vinculados a la organización criminal.
“Les estamos quitando la economía criminal a esos delincuentes que son, al final, narcotraficantes”, subrayó el general. Las operaciones se han concentrado en Antioquia, Magdalena, Córdoba, Bolívar, Cesar y Sucre, zonas clave para el tráfico de drogas y la extorsión. Los recientes golpes, como la muerte de alias Terror, Chirimoya y Nino —altos mandos del Clan del Golfo—, han desencadenado una ola de retaliación directa contra la fuerza pública.
La amenaza se extiende: jueces y fiscales en la mira
El plan pistola no se limita a los policías: jueces y fiscales también están bajo amenaza, especialmente por las presiones para liberar a miembros capturados del Clan del Golfo. El general Triana fue claro al respecto: “Es una amenaza no solamente a los jueces, a los fiscales, a los policías, a la fuerza pública, sino a toda la sociedad colombiana”.
El Estado, según explicó, está coordinando acciones con las autoridades locales para proteger a estos actores clave en la administración de justicia. El mensaje es uno solo: “No vamos a permitir que sigan amedrentando la sociedad”.
Un llamado a la sociedad: romper el silencio
El general Triana hizo un llamado urgente a la ciudadanía para que se sume a las acciones de seguridad: “El llamado, uno, a la sociedad; dos, a esas comunidades… nos está llegando mucha información y esa información está siendo valorada”. Solo con cooperación ciudadana —afirmó— será posible desmontar la estructura criminal del Clan del Golfo y devolverle la tranquilidad a las comunidades golpeadas por la violencia.