Parece que Medellín no se va a quitar de encima el fantasma de Pablo Escobar y el narcotráfico. En Francia, abrieron un bar que se llama Medellín y en el que simulan tiroteos, hay un falso Pablo Escobar, atiende un alias “Popeye” y los cocteles se llaman como los lugares, las cosas y las personas más representativas del Cartel de Medellín.
El bar funciona hace una semana, se abrió el 14 de noviembre y ha generado el rechazo de muchos colombianos que están en París y muchos en Medellín.
En el bar se bebe licor, se comen platos típicos de Medellín, se baila música colombiana en especial Reguetón y se simulan tiroteros y muertos.
Para ingresar,
Incluso, en el bar advierten: “Tenga cuidado de ingresar al cartel, el más famoso de todos los tiempos. No es tan simple, se procederá a la ceremonia "plata o plomo" con Popeye”.
Una vez adentro, se ven imágenes alusivas al capo Escobar, imágenes de los ataques y atentados que hizo en Medellín y hay mensajes como “Medellín es una ciudad muy bonita, pero construida sobre un cementerio” o, “este es un mundo nuevo y oscuro. Cruzarás el Atlántico y aterrizarás en Sudamérica en los barrios de Medellín”, como lo anunciaron en la inauguración del lugar.
Y no solo se ofrecen los cocteles de los “mejores sicarios” del país, también el mojito más caro del mundo a base de polvo mágico…
Además, hay figuras que simulan un altar para los santos y, una vez termina la comida, los asistentes al bar prenden una vela en honor a Pablo Escobar.
Aunque en la página del bar aseguran que parte de los ingresos serán utilizados para ayudar a una fundación, esta no ha sido razón suficiente para detener a los ciudadanos que el próximo viernes 23 de noviembre planean tomarse las calles de París para protestas. Piden que el sitio de fiesta sea cerrado o que su concepto sea modificado por respeto a Medellín y en general a las víctimas que dejó una de las épocas más violentas de Colombia.
El bar funciona hace una semana, se abrió el 14 de noviembre y ha generado el rechazo de muchos colombianos que están en París y muchos en Medellín.
En el bar se bebe licor, se comen platos típicos de Medellín, se baila música colombiana en especial Reguetón y se simulan tiroteros y muertos.
Para ingresar,
los clientes deben preguntarla a un imitador de alias “Popeye” por su patrón y los cocteles que llevan nombre de sicarios.
Vea también: Reabren polémico museo de Pablo Escobar
Incluso, en el bar advierten: “Tenga cuidado de ingresar al cartel, el más famoso de todos los tiempos. No es tan simple, se procederá a la ceremonia "plata o plomo" con Popeye”.
Una vez adentro, se ven imágenes alusivas al capo Escobar, imágenes de los ataques y atentados que hizo en Medellín y hay mensajes como “Medellín es una ciudad muy bonita, pero construida sobre un cementerio” o, “este es un mundo nuevo y oscuro. Cruzarás el Atlántico y aterrizarás en Sudamérica en los barrios de Medellín”, como lo anunciaron en la inauguración del lugar.
Y no solo se ofrecen los cocteles de los “mejores sicarios” del país, también el mojito más caro del mundo a base de polvo mágico…
Además, hay figuras que simulan un altar para los santos y, una vez termina la comida, los asistentes al bar prenden una vela en honor a Pablo Escobar.
Aunque en la página del bar aseguran que parte de los ingresos serán utilizados para ayudar a una fundación, esta no ha sido razón suficiente para detener a los ciudadanos que el próximo viernes 23 de noviembre planean tomarse las calles de París para protestas. Piden que el sitio de fiesta sea cerrado o que su concepto sea modificado por respeto a Medellín y en general a las víctimas que dejó una de las épocas más violentas de Colombia.
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