La sostenibilidad es un tema que han puesto en la mesas las grandes potencias antes los riesgos que ha generado el incremento del calentamiento global. Por ejemplo, las normas europeas sobre el impuesto en frontera por carbono y contra la deforestación importada marcan el camino para avanzar en la negociación internacional de las "cláusulas espejo" en el comercio agroalimentario con otros países.
Por otro lado, en Latinoamérica, empresas han comenzado a implementar estrategias de sostenibilidad para que sus productos se maneje acorde a los normas que cuidan el medio ambiente; por ejemplo, Belier, una empresa de esmaltes y cosmética, ha implementado componentes de origen vegetal para evitar el uso de elementos que afecten el ecosistema, como es con su línea esmaltes biogel.
“Lo más destacado de la línea es su composición, que busca reducir los ingredientes tóxicos y dar mayor protagonismo a los de origen vegetal. De hecho, el 72% es de origen natural, proveniente de fuentes como el algodón, la caña de azúcar, el maíz y la yuca”, dijeron.
La sostenibilidad nos obliga a reevaluar modelos económicos actuales, que han priorizado la maximización de las ganancias a corto plazo a costa del bienestar social y ambiental a largo plazo. Es fundamental una transición hacia una economía circular que valore los recursos naturales, minimice los residuos y promueva la reutilización y el reciclaje.