¿Motor indestructible? Esta Toyota logra 1.6 millones de kilometraje y la llevan a un museo
Al revisar el motor, Toyota confirmó que tenía el original y que no se le había cambiado gran cosa.
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La fiabilidad en los carros es uno de los factores más valorados por los conductores al momento de adquirir uno. Aunque muchos autos modernos están diseñados para durar, son pocos los que logran recorrer más de medio millón de kilómetros sin requerir intervenciones mayores.
Superar el millón ya es considerado un logro excepcional, reservado para motores cuidadosamente mantenidos y de ingeniería robusta. En este contexto, algunos fabricantes han consolidado su reputación gracias a vehículos que resisten el paso del tiempo, el desgaste y las condiciones más exigentes. Toyota es uno de esos casos.
Una prueba contundente de esa durabilidad quedó en evidencia con una unidad del Toyota Tundra, una pick-up fabricada para el mercado estadounidense, que alcanzó la marca de 1,6 millones de kilómetros. El responsable de esta hazaña fue Víctor Sheppard, un conductor que recorrió Estados Unidos durante años al volante de su camioneta modelo 2007, sin realizar modificaciones ni reparaciones mayores. El caso llamó la atención de la propia marca, que decidió adquirir el vehículo para estudiarlo y, posteriormente, exhibirlo en su museo.
Víctor Sheppard, conductor estadounidense, utilizó su pick-up Toyota Tundra durante años realizando viajes frecuentes por todo el país. A pesar de los trayectos extensos y de las condiciones a las que fue sometido el vehículo —incluyendo caminos sin asfaltar, lluvias intensas y temperaturas extremas—, el mantenimiento se limitó a los servicios periódicos recomendados por el fabricante.
Sheppard explicó que su uso del vehículo fue completamente normal, sin modificaciones ni intervenciones mayores en el motor, lo que convirtió el caso en un punto de interés para el equipo técnico de Toyota. Según reveló el fabricante japonés, el motor seguía siendo el de fábrica y mantenía incluso las marcas originales en los cilindros, una rareza en un vehículo con tal kilometraje.
Toyota decidió comprar el vehículo con el objetivo de realizar una revisión técnica completa. La compañía desmontó la camioneta pieza por pieza para examinar el desgaste y evaluar su rendimiento a largo plazo. El análisis interno dejó en evidencia que la Tundra conservaba una integridad mecánica notable, con la mayoría de sus componentes en muy buen estado.
El fabricante no reveló cuánto pagó por la camioneta, pero confirmó que obsequió a Sheppard un nuevo Tundra como agradecimiento. La unidad original ahora será parte de la colección histórica de Toyota, donde será exhibida como ejemplo del desempeño prolongado que puede alcanzar un vehículo con mantenimiento adecuado.
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El caso del Toyota Tundra de Sheppard se ha sumado al historial de reportes sobre la durabilidad de los vehículos de la marca japonesa. Toyota ha sido reconocida en múltiples ocasiones por su fiabilidad, y esta historia proporciona una referencia concreta del rendimiento de largo plazo que algunos de sus modelos pueden alcanzar.
Ahora, con un nuevo Tundra en su poder, Sheppard planea seguir recorriendo las carreteras de Estados Unidos con el objetivo de alcanzar —y tal vez superar— la misma marca de kilometraje que convirtió a su anterior camioneta en pieza de museo.