Ni EEUU ni China: en este país la placa puede costar muchos más millones que el mismo carro
Según la Roads and Transport Authority, hay placas que pueden costar hasta más de 50.000 millones de pesos colombianos.
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En Colombia, así como en la mayoría de países, la matrícula o placa de un carro apenas representa un trámite obligatorio para poder circular. Sin embargo, en ciertas regiones del mundo han adquirido un valor inesperado: se comercializan como si fueran obras de arte, y alcanzan cifras que en muchos casos superan el precio de los automóviles más exclusivos.
Esto es una realidad y no está relacionada con los carros en sí mismos, sino con la manera en que se combinan los números y letras en las placas. En el caso de Emiratos Árabes Unidos, cuanto más escasas o singulares son esas combinaciones, más apetecidas resultan en las subastas organizadas por las autoridades de tránsito locales.
Por ejemplo, en 2023, en UAE una matrícula conformada únicamente por el número “7” se adjudicó por 15 millones de dólares en una subasta benéfica. El comprador, cuya identidad se mantuvo en reserva, se llevó una placa que rápidamente se convirtió en una de las más caras de la historia.
Años antes, en 2008, la matrícula “1” había sido vendida por 12,3 millones de euros al empresario Saeed Abdul Ghafour Khouri. En declaraciones recogidas por carVertical, Khouri aseguró en ese momento: “Lo compré porque quiero ser el mejor del mundo”.
Otros casos también han marcado precedentes. La placa “5” alcanzó los 5,94 millones de euros, mientras que en Dubái, la matrícula “P7” impuso en 2023 un nuevo récord al venderse por 55 millones de dirhams (casi 12.7 millones de euros), superando la marca previa del número “1” en Abu Dhabi.
Las razones que explican estas cifras millonarias van más allá del gusto personal. Según la Roads and Transport Authority (RTA) de Dubái, estos números exclusivos son vistos como un símbolo de estatus y, al mismo tiempo, como una inversión. Placas con un solo dígito, repeticiones como “7777” o patrones como “1234” tienden a apreciarse con el tiempo, generando expectativas de reventa a precios aún mayores.
El empresario Muhammad BinGhatti llegó a pagar 35 millones de dirhams por la matrícula “DD5”, que había arrancado en 15 millones. Una parte de estos recursos se destinó a la iniciativa One Billion Meals Endowment, lanzada por el jeque Mohammed bin Rashid Al Maktoum para combatir el hambre en el mundo.
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Aunque los titulares suelen destacar las sumas exorbitantes, hay residentes que adquieren placas personalizadas por montos mucho más bajos. Una matrícula normal se puede conseguir por alrededor de 4.000 dirhams (1.000 euros) cada una. Algunas de ellas corresponden a fechas significativas, como su aniversario de bodas.
Otro caso es el de Jamie McGinlay, director ejecutivo de una firma de defensa, quien pagó 9.000 dirhams por dos placas con la secuencia “3275”. Inicialmente una estuvo en el Porsche Cayenne de su esposa y luego pasó a un Lotus Emira. Según explicó, no las ha vendido, pero reconoce que hoy valen mucho más que lo que invirtió.
La RTA organiza con frecuencia subastas presenciales y digitales. Solo en la edición número 79 se ofertaron 350 matrículas distintivas, disponibles para vehículos privados, clásicos y motocicletas. Además, en 2017 lanzó la campaña “Your Memorable Moments on Your Vehicle’s Plate”, que permitió a los compradores elegir números relacionados con fechas personales, como cumpleaños o aniversarios.
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En este mercado, las placas más antiguas o con letras iniciales como “A” o “B” suelen ser más valoradas, mientras que las combinaciones dobles o especiales se reservan para ediciones limitadas.
Todos estos récords y subastas tienen lugar principalmente en Abu Dhabi y Dubái. Allí, lo que en otras naciones es apenas un requisito de tránsito, se ha convertido en un mercado millonario en el que una matrícula puede llegar a costar mucho más que el mismo carro que la porta.