El mundo automotriz está de luto: uno de los carros más icónicos de la historia murió tras 18 años
Este martes concluyó la producción de aproximadamente 48.000 unidades ensambladas desde 2007.
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En la planta de Tochigi, a unos 100 kilómetros de Tokio, Nissan realizó el acto de cierre de producción de uno de sus vehículos deportivos más icónicos en toda la historia.
Allí, los trabajadores presenciaron la salida de la última unidad tras 18 años de fabricación continua del Nissan GT-R R35. El ejemplar final corresponde a una edición Premium T-Spec pintada en el exclusivo color Midnight Purple y tendrá como destino un cliente en Japón.
Con este evento concluyó la producción de aproximadamente 48.000 unidades ensambladas desde 2007, lo que convirtió al modelo en un referente de la marca y en un símbolo de desempeño en la industria automotriz.
Ivan Espinosa, presidente y director ejecutivo de Nissan, expresó durante el anuncio oficial:
“Después de 18 notables años, el R35 GT-R ha dejado una huella perdurable en la historia automotriz. Su legado es un testimonio de la pasión de nuestro equipo y la lealtad de nuestros clientes en todo el mundo. A los muchos fanáticos del GT-R, quiero decirles que esto no es un adiós para siempre”.
Espinosa confirmó que el nombre GT-R seguirá siendo parte de los planes de la marca, aunque no ofreció un calendario sobre el futuro del modelo.
El deportivo fue presentado en 2007 como sucesor de una larga tradición en la línea GT-R de Nissan.
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Desde el inicio, se diseñó bajo el concepto de “multi-performance”, que buscaba ofrecer al conductor un automóvil capaz de responder en carretera con confort y refinamiento, pero al mismo tiempo con la potencia y la precisión necesarias para competir en circuitos.
Cada motor VR38DETT V6 biturbo fue ensamblado a mano en la planta de Yokohama por un grupo exclusivo de nueve artesanos llamados Takumi.
Sus nombres quedaron inscritos en una placa ubicada en cada propulsor, un sello de identidad que acompañó a las 48.000 unidades fabricadas.
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Durante su ciclo de vida, el vehículo aumentó progresivamente su potencia. De los 480 caballos iniciales alcanzó hasta 570 en versiones estándar y 600 en las ediciones NISMO, que incorporaban elementos de competición como turbocompresores derivados de los autos GT3 y piezas balanceadas de precisión.
El modelo se caracterizó porque no tuvo un rediseño total a mitad de ciclo, como ocurre con otros automóviles, sino que cada año recibió ajustes en potencia, control, aerodinámica, confort y tecnología.
Uno de los escenarios donde más se destacó fue Nürburgring Nordschleife, en Alemania. En 2007 registró 7 minutos y 38 segundos, y un año después redujo la marca a 7 minutos y 29 segundos con neumáticos de serie.
En 2013, con un GT-R NISMO y el piloto Michael Krumm, alcanzó su mejor tiempo con 7 minutos 8,679 segundos.
En el circuito de Tsukuba, Japón, logró en 2019 un tiempo de 59,361 segundos, récord para un automóvil de producción. En 2024 volvió a batir su propia marca con 59,078 segundos bajo la conducción de Tsugio Matsuda.
En la competencia, acumuló cinco títulos en la categoría GT500 y tres en GT300 del campeonato SUPER GT de Japón, además de victorias en la Blancpain GT Series Pro-Am (2013), la Bathurst 12 Horas (2015) y cinco títulos en la serie de resistencia Super Taikyu.
En 2016 también quedó registrado en el libro Guinness como el auto que alcanzó el derrape más rápido del mundo, logrando 304,96 km/h en el aeropuerto internacional de Fujairah, en Emiratos Árabes Unidos.