Qué dice de su personalidad lavar el carro muy seguido, según la Psicología
Un informe publicado por la Asociación Española de Psicología Clínica y Psicopatología analizó estos hábitos entre conductores.
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Lavar el carro es una de las actividades más comunes entre los conductores, y para algunos, se convierte en un hábito casi ritual. Aunque muchos lo hacen únicamente por mantener su vehículo en buen estado o conservar su valor estético, la psicología ya estudió qué hay detrás de esta costumbre cuando se realiza mucho y también cuando siempre mantiene sucio el carro.
Según un informe publicado por la Asociación Española de Psicología Clínica y Psicopatología, la investigadora Gemma García-Soriano, de la Universidad de Valencia, explicó que la repetición constante de esta acción no siempre responde solo al deseo de tener un auto limpio, sino que puede estar asociada con una necesidad de control y orden.
La experta señaló que, al igual que ocurre con otras rutinas de limpieza, el lavado del vehículo “puede generar una sensación de dominio sobre un aspecto del entorno personal”, lo que contribuye a mantener cierta estabilidad emocional.
García-Soriano añadió que mantener el carro impecable no solo tiene que ver con la higiene, sino también con la imagen personal que proyecta.
En su estudio, la especialista indicó que “un auto limpio puede reflejar responsabilidad, atención al detalle y cuidado”, convirtiéndose en una forma visible de expresar organización y disciplina.
Sin embargo, la investigación también apunta a que cuando esta práctica se realiza con demasiada frecuencia, puede ser un mecanismo de alivio frente a la ansiedad.
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Según la psicóloga, “la suciedad y el desorden pueden generar malestar en ciertas personas, y el acto de limpiar se convierte en una manera de reducir esa tensión”. En esos casos, el lavado del carro deja de ser una tarea rutinaria y pasa a tener una función emocional más profunda.
La especialista advirtió que en algunos escenarios, la insistencia por mantener el carro en un estado de limpieza constante podría rozar comportamientos obsesivo-compulsivos, especialmente si interfiere con la vida cotidiana.
“No se debe patologizar todas las formas de limpieza frecuente del auto. Para algunos puede tratarse simplemente de un pasatiempo o de una actividad placentera”, aclaró García-Soriano, haciendo énfasis en que no todo hábito de limpieza implica un trastorno.
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En contraste, el estudio también señala que quienes tienden a descuidar su vehículo —dejándolo sucio o sin mantenimiento— podrían estar reflejando aspectos emocionales como baja autoestima, altos niveles de estrés o falta de organización en otras áreas de la vida.
Por ejemplo, fabricantes como Kia y Ford recomienda hacerlo cada dos semanas como parte de una rutina de cuidado básico. Sin embargo, si el vehículo circula en condiciones de barro, humedad o polvo, lo aconsejable es lavarlo una vez por semana para evitar daños en la pintura o corrosión de piezas metálicas.
De igual forma, ambos coinciden en que 15 días es un intervalo adecuado para un uso normal y en entornos sin humedad ni contaminación excesiva. No obstante, diversos factores pueden modificar esta frecuencia. Entre ellos:
Los especialistas coinciden en que no es necesario lavar el vehículo todos los días, pero sí es importante protegerlo de agentes corrosivos y del sol directo.
En lo posible, debe estacionarse bajo techo o utilizar una funda protectora. Además, se aconseja limpiar el interior con agua y jabón para eliminar bacterias o virus y mantener materiales delicados, como el cuero o la alcántara, en buen estado.