Tesla la está pasando mal y culpa a Trump, mientras China sigue en auge con sus carros
Según la compañía, los aranceles le costaron 300 millones de dólares solo en 3 meses.
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La compañía automotriz Tesla reportó una fuerte disminución en sus ingresos durante el segundo trimestre del año, y atribuyó parte de la situación a los aranceles impuestos por la administración del expresidente estadounidense Donald Trump, al mismo tiempo que China seduce cada vez más al mercado occidental de carros eléctricos.
Según detalló el director financiero de la empresa, Vaibhav Taneja, los costos relacionados con las tarifas alcanzaron los 300 millones de dólares entre abril y junio, afectando tanto a la división automotriz como a la energética.
Taneja explicó que aproximadamente dos tercios de ese impacto corresponde al sector automotriz, y advirtió que este costo “aumentará a corto plazo”, señalando que la empresa está tomando medidas para gestionar la situación.
Además, apuntó que el megaproyecto fiscal aprobado recientemente en el Congreso, también impulsado por Trump, podría agravar aún más el panorama para Tesla.
Uno de los puntos críticos es la posible eliminación del incentivo fiscal de 7.500 dólares para los compradores de vehículos eléctricos, lo que, según Tesla, afectará directamente el suministro y entrega de pedidos a partir de agosto.
“Es posible que no podamos garantizar la entrega de vehículos que se pidan desde ese mes en adelante”, afirmó Taneja.
Durante la llamada con inversores, el propio Elon Musk reconoció que la división energética también está sufriendo por las políticas arancelarias, aunque aseguró que el crecimiento en ese frente sigue siendo positivo, pese a los obstáculos.
Tesla informó que sus beneficios netos cayeron un 16 % en el segundo trimestre, situándose en 1.172 millones de dólares. En ese mismo periodo, los ingresos por la venta de automóviles también bajaron un 16 %, hasta alcanzar los 16.661 millones de dólares.
El total de ingresos de la empresa, incluyendo otros servicios y la venta de unidades de almacenamiento energético, fue de 22.496 millones de dólares, lo que representa una disminución del 12 % frente al mismo periodo del año anterior.
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La empresa subrayó en su informe que mantiene inversiones “de alto valor” en capital e investigación y desarrollo, a pesar del “entorno impredecible” generado por los cambios arancelarios y la situación macroeconómica global.
“Los clientes siguen dispuestos a aceptar algunos de los efectos de estos gravámenes”, aseguró Taneja.
El reporte también coincidió con una caída del 3,8 % en las acciones de Tesla en las operaciones electrónicas posteriores al cierre de Wall Street.
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Además de las presiones económicas, la compañía ha enfrentado este año protestas y boicots en Norteamérica y Europa, manifestaciones vinculadas al rol que tuvo Elon Musk al frente del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), creado para reducir el gasto federal en Estados Unidos.
A esto se sumó el deterioro de la imagen pública de Musk tras su vinculación con grupos de extrema derecha en Europa y su relación, ya rota, con Trump. Y sí, mientras Tesla lidia con estos desafíos, los fabricantes chinos de vehículos eléctricos continúan expandiéndose.