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El padre Osvaldo Fernández, secretario de la Conferencia Episcopal de Chile, aseguró que los recientes ataques a iglesias en ese país, previo a la llegada del papa Francisco, “se escapan de todo lo presupuestado de lo que sean manifestaciones, hay grupos anarquistas, hay grupos que buscan hacer ruido, hacerse presentes”.
Sin embargo, envió un mensaje de tranquilidad por la seguridad del papa, pues todo está altamente controlado.
“El nivel de seguridad es altísimo, hay que conjugar la seguridad con la cercanía que quiere el papa. El papa quiere el papamóvil abierto, tener contacto con la gente y eso nos pone un desafío muy lindo”, añadió.
En ese sentido, dijo que el riesgo del papa en Chile es igual al que hay en cualquier otro país.
Vea aquí: El papa Francisco, rumbo a Chile, dice que teme una guerra nuclear
“La seguridad del papa solo tiene el mismo riesgo que cualquier otra visita a cualquier otro país”, finalizó.
Horas antes, el papa Francisco aseguró que su visita a Chile "no será difícil" porque estudió allí, tiene muchos amigos y lo conoce bien.
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"Para mí no será un viaje difícil. Estudié aquí y tengo muchos amigos y conozco bien Chile", comentó a los 70 representantes de los medios de comunicación.
Francisco residió durante un año, en 1960, en Chile en el noviciado de los jesuitas.
"Tendremos tiempo para reposar y trabajar", dijo al recordar que es el vuelo más largo directo, 15 horas y 40 minutos (12.123 kilómetros) que tiene la compañía aérea Alitalia, así como también el más largo que ha realizado él durante su pontificado.
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"Os deseo buen viaje. Me han dicho desde Alitalia que es el vuelo directo más largo que tiene Alitalia, 15 horas y 40 minutos. Tendremos tiempo para reposar y trabajar. Gracias por vuestro trabajo que será duro, tres días en un país y tres en otro".
Al inicio del viaje, a los periodistas se les distribuyó una fotografía y el papa explicó su significado después.
"La he encontrado por caso, es el 45 y es un niño con su hermanito muerto en la espalda esperando el turno ante el crematorio en Nagasaki después de la bomba. Me conmovió cuando la vi y solo quise escribir: el fruto de la guerra y pensé en imprimirla", dijo.
"Porque conmueve más que mil palabras", agregó.
Francisco después pasó a saludar a los 70 periodistas, fotógrafos y cámaras que le acompañan en este periplo latinoamericano.
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