En una entrevista con el podcast Pepe y Chema, Ángel Cepeda dio detalles sobre los crímenes que cambiaron su vida, pues a la incesante búsqueda de su hija Nimbe, desaparecida hace seis años, se suma el trágico feminicidio de su sobrina, Yara.
Cepeda resumió el dolor que implicó manejar estas dos tragedias simultáneamente: "Uno nunca espera eso y uno está en un shock viviendo esta vida, pero a la vez buscando a mi hija y a la vez pidiendo justicia".
Yara, una mujer de 37 años, se encontraba en Xalapa, Veracruz, consolidando su carrera como profesional de la salud en un hospital, donde cubría extensos turnos de "24, 48 o 72 horas". Ella estaba dedicada a "superarse profesionalmente y ya estaba estudiando otra especialidad".
Las investigaciones apuntan a un crimen con un alto grado de violencia, perpetrado presuntamente después de que Yara regresara de una de sus largas jornadas laborales, un día en que llegó a su casa "cansada y se durmió para descansar". Se cree que el asesino había ingresado a la casa bajo engaños de haber sido contratado para servicios de mantenimiento.
Sin embargo, Cepeda afirmó que "entró a ver cuál era su vida, en qué trabajaba, a qué horas entraba, a qué horas salía, a qué horas venía, a qué horas se iba".
Cuando Yara se percató de su presencia, el atacante arremetió contra ella y la mató "brutalmente en su propio domicilio, y no se conforma con matarla sino que la sigue lastimando".
El agresor, tras el asesinato, sustrajo las pertenencias de valor de la vivienda, incluyendo el carro de agencia que Yara se encontraba pagando. El vehículo fue encontrado abandonado "máximo casi una cuadra o unas casas nada más" del domicilio de la víctima.
Este hallazgo fue crucial, pues la policía encontró dentro del carro una tarjeta que identificaba al presunto feminicida. Las autoridades lo detuvieron "casi una semana después", encontrando varias pertenencias de Yara en su casa.
A pesar de que el presunto responsable está en la cárcel, el proceso judicial ha sido complejo. Debido a estas complicaciones, Cepeda ha solicitado el apoyo de asociaciones feministas, como el Observatorio Nacional de Casos de Feminicidio, "que nos apoye con una abogada", para asegurar que se cumpla el protocolo de feminicidio.