Hallan muerta a influencer; fan sería el responsable: estaba en una maleta
El agresor introdujo el cuerpo en una maleta y lo abandonó en una zona montañosa, a más de tres horas del lugar donde fue vista por última vez.
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El mundo digital está conmocionado tras el brutal asesinato de la joven influencer surcoreana Yoon Ji-ah, de 22 años, quien contaba con más de 300.000 seguidores en TikTok. Su cuerpo fue hallado dentro de una maleta en una zona montañosa del condado de Muju, tres días después de haber sido reportada como desaparecida. El principal sospechoso del crimen es un seguidor “VIP” identificado como Choi, un hombre de 50 años que, según las investigaciones, desarrolló una peligrosa obsesión hacia la joven.
De acuerdo con la Policía de Corea del Sur, Yoon Ji-ah fue atacada el 11 de septiembre, poco después de realizar una transmisión en vivo desde la isla de Yeongjong, en Incheon. Minutos después de finalizar la emisión, habría sido interceptada por Choi, con quien sostuvo una acalorada discusión antes de ser estrangulada.
El agresor introdujo el cuerpo en una maleta y lo abandonó en una zona montañosa, a más de tres horas del lugar donde fue vista por última vez. Las autoridades confirmaron que el hombre se hacía pasar por un empresario del sector tecnológico y un supuesto “inversionista” en redes sociales, lo que le permitió acercarse a varias creadoras de contenido.
Choi era conocido en las plataformas de streaming bajo el alias de “Gato Negro” y era considerado un cliente VIP por las grandes sumas de dinero que destinaba a sus influencers favoritas. Sin embargo, las investigaciones demostraron que su vida de lujo era una farsa: estaba fuertemente endeudado y su vivienda fue embargada poco después del crimen.
Fuentes cercanas a Yoon afirmaron que la joven había descubierto las mentiras de Choi y su comportamiento agresivo, por lo que decidió distanciarse. Cámaras de seguridad registraron al hombre arrodillado frente a ella, suplicándole que no terminara la relación. Días después, la asesinó.
Tras su captura, el 13 de septiembre, Choi negó inicialmente su participación, pero terminó confesando el crimen al verse acorralado por las pruebas. Alegó que actuó “en un ataque de ira” después de que la influencer rechazara sus propuestas personales y laborales.
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El Ministerio de Igualdad y Seguridad de Corea del Sur anunció que el caso abrirá un debate nacional sobre la protección a influencers y creadores de contenido, así como sobre la necesidad de reforzar la regulación frente al acoso digital y el fanatismo extremo en redes sociales. El asesinato de Yoon Ji-ah se ha convertido en un símbolo del riesgo que enfrentan quienes viven de su presencia en línea.