Mujer le quitó la vida a su esposo con ayuda de su amante virtual: con carta confesó todo
El hombre murió de inmediato. Mientras tanto, su esposa fingía sorpresa y dolor por la noticia.
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
El 9 de noviembre de 1999, Flint, en Michigan (Estados Unidos), fue escenario de un crimen que en un principio parecía un ajuste de cuentas. Bruce Miller, dueño de un taller de autopartes, fue hallado muerto de un disparo de escopeta dentro de su negocio. La policía barajó hipótesis ligadas a un robo o a conflictos laborales, pero la verdad resultó mucho más impactante: su esposa, Sharee Miller, había planeado el asesinato con la ayuda de un amante virtual.
Sharee, de 27 años y madre de tres hijos, se había casado meses antes con Bruce en una capilla de Las Vegas. Sin embargo, el matrimonio pronto se tornó insuficiente. A través de salas de chat comenzó a conversar con distintos hombres hasta conocer a Jerry Cassaday, un exdetective que trabajaba en un casino en Nevada.
La relación se intensificó rápidamente. Para mantenerlo a su lado, Sharee inventó un drama personal: aseguró que su esposo la maltrataba, que tenía vínculos con la mafia y que ella esperaba gemelos. Para hacer más creíble su historia, envió fotos falsas de ecografías, de supuestas lesiones y hasta imágenes simulando embarazo.
Cassaday, atravesando un divorcio y con problemas económicos, creyó en sus palabras. Convencido de que debía salvarla, aceptó ejecutar el plan que ella sugería.
Siguiendo las instrucciones de Sharee, Cassaday viajó hasta Michigan. Esa noche esperó a Bruce en el taller y le disparó en el pecho. El hombre murió de inmediato. Mientras tanto, su esposa fingía sorpresa y dolor por la noticia.
Durante meses, el caso se mantuvo estancado hasta que, en febrero del 2000, Cassaday se quitó la vida. En su casa dejó un maletín con correos electrónicos impresos, cartas y una nota donde confesaba haber asesinado a Bruce por amor a Sharee. Ese material fue clave para que los investigadores pudieran vincularla directamente con el crimen.
En 2001, Sharee fue juzgada en Michigan. El jurado la declaró culpable de asesinato en segundo grado y conspiración para cometer homicidio. Recibió una condena a cadena perpetua sin libertad condicional y otra adicional de entre 15 y 25 años.
Publicidad
Aunque durante años negó su responsabilidad e incluso logró una breve liberación en 2009, volvió a prisión en 2012. Finalmente, en 2016 admitió haber planeado el asesinato. “No tengo forma de deshacer lo que hice”, dijo en una entrevista con ABC News.