Actualizado: 13 de sept, 2018
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Desde Calarcá en Quindío, a sus once años, entona frases a su país tras huir con su familia de la crisis venezolana.
“Llevo tu luz y tu aroma en mi piel
y el cuatro en el corazón
llevo en mi sangre la espuma del mar
y tu horizonte en mis ojos.
No envidio el vuelo ni el nido al turpial".
A capela canta Nahomy Cermeño, quien con la voz entrecortada, a sus once años recita ese, que es uno de los cantos representativos de Venezuela. Lo hace mientras su papá cuenta lo cansado que está tras recorrer Colombia aun estando enfermo.
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