El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, se reunió en Jerusalén con la directora ejecutiva del Programa Mundial de Alimentos (PMA), Cindy McCain, para abordar la entrada de ayuda humanitaria destinada a la Franja de Gaza, días después de que la ONU declarara hambruna en la capital del enclave palestino.
Según un comunicado de la oficina del jefe de Gobierno israelí difundido este jueves, ambos destacaron "la importancia de proteger a la población civil del hambre y la desnutrición" y acordaron redoblar los esfuerzos para "agilizar" y mantener la entrada de ayuda humanitaria al enclave palestino.
La reunión se produce después de que la Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria en Fases (CIF), una iniciativa respaldada por la ONU, declarara el pasado 22 de agosto la existencia de hambruna en la ciudad de Gaza.
Un informe de la CIF publicado el viernes pasado cifra en 1,6 millones los gazatíes que sufren hambre, de los cuales más de medio millón se encuentran en situación crítica por la privación extrema de alimentos, mientras que el resto de la población vive en “crisis alimentaria".
Para declarar oficialmente una hambruna, la CIF establece que al menos una de cada cinco familias carezca de alimentos, que la desnutrición aguda supere el 30 % y que se registren niveles elevados de mortalidad.