Tras la trágica noticia de la muerte de la leyenda de la NBA, Kobe Bryant, en un accidente aéreo, luego de que el helicóptero en que viajaba en California se precipitara a tierra, han comenzado a surgir varias hipótesis de las causas del siniestro.
La primera de ellas tiene que ver con la neblina que afectaba la zona del vuelo. Según reportes de las autoridades, el nivel de la niebla era demasiado denso como para volar. De hecho, la Policía de los Ángeles decidió no sacar sus helicópteros de patrullaje ante la alerta de riesgo aeronáutico.
Se supo que durante su vuelo, el piloto decide descender a una altura tan baja que desde el aeropuerto de Van Nuys, cercano a la zona de Calabasas a donde se dirigían Bryant con los pasajeros a un partido de su hija, no logran contactarlo para guiarlo por la zona montañosa a la que se dirigía.
A las 9:45 de la mañana del domingo, hora local, desaparece el helicóptero de los radares del aeropuerto, no sin antes mostrar un ascenso brusco desde los 1.200 a los 2.000 pies, para luego irse en picada.
¿Falla mecánica?
Otra hipótesis que ha surgido tiene que ver con una eventual falla técnica del helicóptero, un Sikorsky S-76B. Vecinos del lugar del accidente han mencionado en medios que el aparato emitía “un sonido extraño” mientras sobrevolaba muy bajo sobre la zona residencial donde finalmente se estrelló.
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Sin embargo Kurt Deetz, piloto que voló más de 1.000 horas para Bryant en ese mismo helicóptero, señaló ante medios de comunicación regionales que el equipo se encontraba en “magníficas condiciones” y que la empresa dueña del vehículo se caracteriza por contar con un “ejemplar” programa de manutención y soporte de sus equipos.