El partido de izquierda Francia Insumisa (LFI) ha dado un paso significativo en la lucha por los derechos civiles al presentar un proyecto de ley ante el Parlamento de Francia con el objetivo de eliminar el llamado "deber conyugal" de la legislación del país. La propuesta, impulsada por la diputada Sarah Legrain, busca reformar el Código Civil para aclarar que la "comunidad de vida" entre cónyuges no debe ser interpretada como una obligación a mantener relaciones.
La iniciativa surge como respuesta a una reciente condena del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH), que en enero de 2024 señaló que la jurisprudencia francesa no puede seguir avalando el castigo a una mujer que se niegue a tener relaciones sexuales con su pareja. En un caso relacionado, un hombre había solicitado el divorcio alegando que su esposa se había abstenido de mantener relaciones sexuales durante años. El tribunal europeo subrayó que el matrimonio no debe entenderse como un consentimiento implícito a la intimidad forzada, advirtiendo que esa interpretación podría desvirtuar el concepto de violación conyugal.
Sarah Legrain, autora del proyecto de ley, ha manifestado que esta antigua disposición legal debe ser eliminada de forma definitiva. "Queremos garantizar que esta interpretación errónea del Código Civil no se vuelva a utilizar en ningún caso de divorcio", expresó la diputada, quien también destacó la importancia de reafirmar el compromiso del país en la lucha contra la violación dentro del matrimonio.
La medida no solo responde a una necesidad de actualización legal, sino que también busca erradicar prácticas judiciales arcaicas que siguen influyendo en muchos tribunales franceses. Legrain subrayó que el concepto del deber conyugal continúa siendo invocado regularmente por tribunales de primera instancia y apelación, lo que demuestra la persistencia de una interpretación desfasada del matrimonio.
El proyecto ha recibido respaldo por parte de diversas organizaciones que defienden los derechos de las mujeres y la igualdad de género, quienes consideran que esta reforma es un paso crucial para garantizar la autonomía y el respeto a la voluntad de cada individuo dentro de la relación matrimonial. La propuesta también busca dar un mensaje claro: el matrimonio no debe ser un espacio donde se justifiquen abusos o violaciones de derechos fundamentales.
Este proyecto de ley tiene el potencial de transformar la concepción del matrimonio en Francia, eliminando una tradición jurídica que, según muchos, está obsoleta y es incompatible con los principios modernos de respeto y libertad individual. Sin duda, la discusión sobre esta reforma abre un debate más amplio sobre los derechos reproductivos y la autonomía sexual dentro del marco legal francés.