“No tendremos presencia en ese diabólico instrumento”, fue la sentencia del canciller de Nicaragua Dennis Moncada, encargado de anunciar el retiró adelantado de su país de la Organización de Estados Americanos OEA.
Y es que tras este anuncio, también el gobierno de Daniel Ortega se tomó las oficinas de la OEA en Managua.
Mediante un comunicado, la organización de estado americanos dijo que, “es una violación de las más elementales normas internacionales. Nicaragua es miembro fundador de la OEA”, citando al artículo 33 de la Carta de la organización que garantiza la inmunidad de sus actividades en los países miembros.
“Exigimos al gobierno nicaragüense el respeto a las obligaciones que hoy rigen su relación con la OEA y con toda organización internacional de la cual Nicaragua es parte”, citó en su comunicado.
Por su parte, Arturo Macfield, exembajador de Nicaragua ante la OEA quien hace hace un mes representaba al régimen y hoy es uno de sus más fuertes detractores, dijo a BLU radio que el retiro de la OEA era una victoria pero para la democracia y una derrota moral para el gobierno.
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“El retiro precipitado del gobierno de la Dictadura de Nicaragua es una derrota moral para ellos y la victoria para los cerca de 180 presos políticos”, aseguró Macfield.
Meses atrás, la OEA pidió a Nicaragua que libere a todos los opositores al gobierno de Daniel Ortega, petición que desató la furia del régimen de ese país.
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