Tragedia en popular lago: niño de 12 años murió tras contagiarse con parásito "come cerebro"
Un día de diversión terminó en tragedia para un niño de 12 años tras nadar en un lago. Estos fueron los síntomas.
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Un día de verano que prometía ser inolvidable para la familia Carr terminó convertido en una tragedia imposible de imaginar. Jaysen Carr, un niño de 12 años, disfrutaba de unas vacaciones junto a sus seres queridos cuando comenzó a presentar síntomas leves: dolor de cabeza, náuseas y vómitos.
Nadie sospechaba que lo que parecía una dolencia común escondía una amenaza mortal. Días después, el niño perdió la vida a causa de una rara infección cerebral provocada por un parásito microscópico conocido como Naegleria fowleri, también llamado la "ameba come cerebro".
El contagio ocurrió tras nadar en el lago Murray, uno de los destinos recreativos más concurridos de Carolina del Sur, Estados Unidos. La familia había visitado el lugar durante la celebración del 4 de julio, sin saber que las condiciones cálidas y dulces del agua podían albergar esta ameba letal.
Se trata de un organismo que ingresa por la nariz cuando el agua entra a presión, por ejemplo, al zambullirse, y luego se desplaza por el nervio olfativo hasta el cerebro, donde destruye tejido en cuestión de días.
Jaysen luchó durante una semana contra la infección antes de fallecer el 18 de julio. Los médicos confirmaron el diagnóstico cuando su estado de salud empeoró rápidamente. Aunque al inicio los síntomas se controlaban con analgésicos, al segundo día el dolor se intensificó y el menor comenzó a presentar confusión mental y fatiga extrema.
El diagnóstico fue devastador: la ameba ya había alcanzado su cerebro.
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Su familia quedó destrozada. “No puedo creer que no tengamos a nuestro hijo. El resultado de ser niño fue perder la vida. Eso no me sienta bien”, declaró su padre, Clarence Carr, a medios locales.
A lo largo del proceso, se mostraron sorprendidos al enterarse de que en Carolina del Sur —como en la mayoría de los estados del país— no existen leyes que obliguen a reportar muertes o infecciones por este parásito. Tampoco se realizaron pruebas en el lago ni se cerró su acceso al público tras el caso.
En los últimos 60 años, solo se han documentado alrededor de 160 muertes por Naegleria fowleri en Estados Unidos, lo que evidencia su rareza, pero también su alta letalidad: la tasa de supervivencia es inferior al 3%. Pese a su baja incidencia, los expertos recomiendan precaución al nadar en aguas cálidas y estancadas, especialmente durante el verano.
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Hoy, la familia Carr no solo llora la pérdida de Jaysen, sino que también exige mayor información, regulación y medidas de prevención. “Si no hubiéramos hablado, ¿alguien se habría enterado?”.