Un reto entre amigos acabó con la vida de un australiano luego de comer una babosa

La historia de Sam Ballard terminó el pasado noviembre luego de 10 años de sufrimiento. Todo comenzó en el 2010, cuando el joven y entonces jugador de rugby aceptó un reto que le planearon sus amigos: comerse una babosa. Sam tenía 19 años y se encontraba en el jardín de su casa "bebiendo vino, tratando de actuar como adultos, cuando una babosa apareció por allí", recordó Jimmy Galvin, uno de sus amigos en entrevista con Lisa Wilkinson del noticiero The Sunday Project. Fue en ese momento cuando el grupo comenzó a bromear sobre comerse la babosa, de repente, el anfitrión se lanzó a ella y la ingirió. De acuerdo con lo informado por The Sunday Project, luego de comerse la babosa, Sam se comenzó a debilitar y se quejó de un dolor severo en sus piernas. Por lo tanto, la madre del joven comenzó a preocuparse al creer que se trataba de esclerosis múltiple, una enfermedad que había afectado a su esposo.Vea también: Una selfie salvó a joven de ir a prisión por 99 años en EE.UU. A pesar de los antecedentes familiares que tenía Sam, los médicos descartaron la idea. Por su parte, el deportista le informó a su madre que se había comido una babosa, a lo que ella respondió que “nadie se enferma de eso”. Sam desarrolló la enfermedad del “gusano pulmonar de rata”, ya que el animal que ingirió el joven tenía por dentro un gusano potencialmente mortal. Esta enfermedad es causada por un gusano parasitario llamado ‘Angiostronjilus cantonensis’, que se aloja en los pulmones de las ratas y termina en el excremento de los animales. El parásito alcanzó el cerebro de Sam y lo dañó gravemente. Pasó 420 días en coma y quedó tetrapléjico, hasta sus 28 años, cuando finalmente falleció.

Un reto entre amigos acabó con la vida de un australiano luego de comer una babosa

Sam Ballard comió una babosa que lo dejó en coma durante un año y luego lo dejó tetrapléjico.

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