En un análisis detallado sobre la compleja relación entre Venezuela y Estados Unidos, Manuel Camilo González, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad de San Buenaventura y Javeriana, ofreció una perspectiva que trasciende lo que se ha dicho hasta el momento.
En diálogo con Mañanas Blu con Camila Zuluaga, desglosó las aparentes contradicciones de la política estadounidense hacia el régimen de Nicolás Maduro, el papel de la élite venezolana y la limitada eficacia de medidas como las recompensas por información.
La aparente contradicción de la política estadounidense
La política de la administración de Donald Trump hacia Venezuela ha generado interrogantes debido a acciones aparentemente contradictorias. Por un lado, anuncia recompensa por información sobre el paradero de Maduro y un incremento en las incautaciones de activos asociados a él. Sin embargo, simultáneamente, el Gobierno de EEUU aprueba permisos para que Chevron explote petróleo en Venezuela.
González explicó que esta dualidad se fundamenta en la premisa de que “la idea de los Estados Unidos es que se mueve por intereses, no por principios”. Esta visión, que el profesor también identifica en la política estadounidense hacia Ucrania, sugiere que Washington busca la salida de Maduro para la llegada de la democracia, pero sus acciones están dictadas por necesidades pragmáticas.
“Estados Unidos necesita el petróleo de Venezuela porque es un petróleo que le sale más barato transportarlo”, detalló el profesor.
Dijo que, a pesar de que saben que están tratando con un dictador en quien no se puede confiar, la administración Trump aplica un “juego de la gallina”, una estrategia psicológica para que Maduro desista y permita una transición.
En este escenario, la política estadounidense utiliza tanto “el garrote sino también la zanahoria”, es decir, situaciones negativas, pero también beneficios.
La participación de la elite
El estilo de vida opulento e injustificable de la cúpula chavista y sus familias, como la familia Maduro y los hijastros, es un factor clave en la dinámica interna de Venezuela. González describió esta situación como la existencia de un “selectorado”.
“Es decir, hay una un grupo, una élite que particularmente se beneficia de la extracción de recursos”, principalmente petroleros, según comentó.
Sin embargo, las sanciones internacionales y los embargos han disminuido esta fuente de ingresos legítimos, llevando al surgimiento de “todos estos negocios oscuros o turbios relacionados con el narcotráfico”.
En ese sentido González aclaró que no necesariamente los funcionarios están directamente involucrados en el narcotráfico, sino que “facilitan el narcotráfico y por lo tanto se llevan alguna comisión” y de ahí de alguna forma también generan cierto patrimonio ilícito.
La falta de control sobre las autoridades en las dictaduras “aumenta el margen de discrecionalidad”, permitiéndoles actuar a su antojo, según añadió.