El gobierno del presidente de la República, Gustavo Petro, logró lo que quería: la aprobación en primer debate de una reforma tributaria con la que pretende recaudar unos 22 billones de pesos en impuestos el próximo año y unos 50 billones anuales al final del periodo.
Francisco Miranda, director del diario Portafolio, habló en Sala de Prensa sobre el texto aprobado y las consecuencias que traería para la economía colombiana.
“El gobierno se anota un éxito en el sentido de la aprobación. Pero la pregunta que hay que hacer es si le va a ir bien, no solo a los colombianos del común, a los hogares, sino también a las empresas. Esto es una reforma que pone su peso, su carga, en mi consideración, desproporcionada y excesiva en los hombros de empresas, que son las generadoras de la mayoría de la actividad económica, de la inversión de la generación de empleo y de muchos aspectos positivos que han venido moviendo la economía colombiana”, señaló.
Miranda indicó que colombianos experimentan en esta época reactivación y recuperación económica postpandemia y que las empresas que tienen la mayor carga son las del sector minero-energético.
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"Estamos hablando que las tarifas a las empresas las afecta a todas, hasta a las medianas y pequeñas que generan millones de puestos de trabajos en Colombia y que hacen un esfuerzo grande para mantener la formalidad. Que hacen un enorme esfuerzo para pagar sus impuestos”, manifestó.
Para Miranda, "Es importante reconocer que las finanzas del Estado colombiano, el desarrollo de muchas regiones de Colombia productoras de hidrocarburos y de bienes mineros, como el carbón y el oro, han tenido por muchos años por décadas un flujo importante y sostenido de recursos que vienen de la carga del Estado. De lo que el gobierno toma de esa actividad extractiva, llámese hidrocarburos, petróleo, gas, minería, oro carbón Ferroniquel y demás productos".
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Finalmente indicó que ese sector ya tiene una carga importante y cuestionó el hecho de que en una nueva reforma tributaria se le creen sobretasas excesivas. No obstante, destacó lo bueno que para él tiene este texto de la reforma tributaria.
Por su parte, el director de la Asociación de Banco de Alimentos de Colombia (ABACO), Juan Carlos Buitrago, se refirió al impacto que tendría la alimentación en Colombia por la reforma tributaria que pretende el gobierno de Petro.
“Estamos en la peor crisis de hambre de la última década en el mundo. La situación de hambre en Colombia es muy crítica, 19.6 millones de colombianos por debajo de la línea de pobreza que no tienen cómo comprar una canasta básica de alimentos. Ya estamos viendo las consecuencias de esa crisis en aumento de las muertes por desnutrición y paradójicamente se bota la tercera parte de los alimentos que se producen", señaló.
Buitrago también se refirió a qué consecuencias tendría el actual texto de la reforma tributaria en la donación de alimentos y su impacto en la población vulnerable.
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"Resulta que la reforma tributaria tiene dos artículos, el 11 y el 43, que los dos desmotivan las donaciones de alimentos. Por un lado, se le pone un impuesto a la donación de algunos alimentos y bebidas; esto va a hacer que las empresas tomen la decisión de no donar si tiene que pagar un impuesto por hacerlo y preferirán no hacerlo. Y por el otro, la única arma que teníamos las organizaciones sociales de este país para convencer las empresas para que donaran era un beneficio tributario. La reforma está bajando ese descuento del 25% al 5%, entonces nos va a disminuir ese beneficio tributario y muchas empresas pues van a escoger vender sus alimentos", señaló.
El director de ABACO hizo en consecuencia un urgente llamado a los Bancos de Alimentos, pues recalcó que no es el momento de frenar las donaciones de alimentos; sino por el contrario, se deben motivar. Resaltó que se mirará con lupa el tema para tratar de cambiar estos dos artículos y que se promueva la donación de alimentos en Colombia. Además, enfatizó en cuál sería el objetivo de la decisión de gravar las donaciones por parte del Ministerio de Hacienda.
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Finalmente indicó el cálculo de cuántas personas más podrían sumarse a esta crisis de hambre en el país, la reducción en la cobertura de los bancos de alimentos y la proyección entendiendo el listado de alimentos que se van a grabar.
"Hicimos una proyección de los alimentos que nosotros recibimos al año en donación y de los alimentos que compramos también con las donaciones de dinero que nos hacen miles de colombianos. Al año recibimos en donación 29,000 toneladas y compramos otras 10.000 toneladas con las donaciones de miles de colombianos, para mejorar la nutrición de 1.2 millones de personas en Colombia", destacó.
"Nuestro cálculo es que estas medidas nos pueden bajar las donaciones y disminuir los ingresos de alimentos en 23.000 toneladas al año, solo a los bancos de alimentos. Y eso significaría para nosotros tener que desatender a un millón de personas en condiciones de vulnerabilidad, a las que se les va a empeorar su seguridad alimentaria", finalizó.
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