
de los últimos días, justificando los ataques para que Mohamed Mursi sea devuelto al poder.
En este ‘día de la ira’ se cree que serán atacadas iglesias, comercio y hospitales. Además los Hermanos Musulmanes han incendiado edificios gubernamentales y prometen no parar hasta que el Gobierno sea devuelto o sus vidas sean arrebatas.
Esta nueva convocatoria hace temer otra jornada de violencia en el país, donde el balance de muertos por el violento desalojo el miércoles de los dos campamentos de simpatizantes del presidente islamista Mohamed Mursi, derrocado por el ejército el 3 de julio, y los posteriores enfrentamientos dejaron 578 muertos, según cifras del ministerio de Salud.
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Los Hermanos Musulmanes hablan por su parte de 2.200 muertos y más de 10.000 heridos, en la jornada más sangrienta en Egipto desde la caída de Hosni Mubarak en febrero de 2011.
Con Afp.
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