El reportaje del periodista peruano Guillermo Galdos, en el que se mostraba a “Medellín como el burdel más grande del mundo” y el cual afirmaba que "los barrios de la ciudad son controlados por criminales y están llenos de prostitutas", causó indignación, pero tal vez sirvió para poner en evidencia la problemática de la explotación sexual infantil en la ciudad.
Las autoridades de la capital antioqueña han tomado medidas con el objeto de perseguir este flagelo. Una de ellas es la creación de una mesa de trabajo permanente, comandada por Policía, Fiscalía, Personería ICBF y Alcaldía, para atacar las fachadas como hoteles, salas de masajes y bares que permiten la explotación, en especial en el centro de la ciudad.
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“Se ha definido como punto central de acción de la mesa el ataque a las denominadas fachadas que esconden una actividad delictiva”, dijo al respecto el alcalde Aníbal Gaviria.