Carlos Ramón González, prófugo de la justicia colombiana y señalado de encabezar el entramado de corrupción de la UNGRD, fue visto el jueves 11 de diciembre bailando y disfrutando de una fiesta vallenata en el Teatro Nacional Rubén Darío de Nicaragua. El evento, de entrada libre y ampliamente difundido en redes sociales, incluso con los logos de la Cancillería de Colombia, contó con la participación del acordeonista Albeiro González y el grupo Camerata Bach.
En el mismo evento también fue visto Óscar Muñoz, encargado de negocios de la Embajada de Colombia en Nicaragua, quien gestionó la renovación de la residencia de González. Muñoz es investigado disciplinariamente por la Cancillería por este hecho, aunque continúa ejerciendo sus funciones.
Carlos Ramón González es exdirector del Departamento Administrativo de la Presidencia (DAPRE), exdirector de la Dirección Nacional de Inteligencia (DNI) y fue uno de los políticos más cercanos al presidente Gustavo Petro durante años. De acuerdo con la Fiscalía, habría sido el coordinador del esquema de corrupción de la UNGRD para sobornar a congresistas a cambio de apoyo a las reformas del Gobierno.
Desde el 5 de noviembre de 2024, González se encuentra en Nicaragua. El 16 de diciembre de ese año le fue expedida una cédula de residencia en ese país, con vencimiento el 14 de junio de 2025. Sin embargo, tras la imputación en su contra de los delitos de cohecho, peculado y lavado de activos, el encargado de negocios de la embajada envió una nota verbal solicitando la renovación de su estatus migratorio.
Pese a que existe una solicitud de orden de captura en su contra, González ya recibió asilo político en Nicaragua. La Cancillería colombiana emitirá un comunicado para explicar por qué un prófugo de la justicia fue visto en un evento público y con funcionarios de la embajada, mientras en Colombia fue pedido en extradición.