¿Cuál es el conflicto de intereses del Grupo Aval con la Ruta del Sol II?

En septiembre de este año, la Superintendencia de Industria y Comercio compulsó copias a la Fiscalía para que investigara, además de los supuestos acuerdos entre Corficolombiana y Odebrecht para pagar los sobornos al exministro Gabriel García Morales, un posible aprovechamiento de un conflicto de intereses de altos directivos del Grupo Aval con una corporación que se encargó de establecer los pliegos para el contrato.

En 2008, el entonces Instituto Nacional de Concesiones contrató a la International Finance Company para que estructurara el proyecto de la Ruta del Sol II y elaborara la lista de pliegos y condiciones para los proponentes.

La Superintendencia de Industria y Comercio encontró que la persona a cargo de la coordinación de ese proyecto era María Victoria Guarín, que tenía el cargo de Senior Investment Officer. La IFC y María Victoria Guarín conocieron con profundidad todos los detalles de la estructuración de la Ruta del Sol II, que posteriormente sería adjudicada al consorcio integrado por una empresa del Grupo Aval.

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El problema se dio porque María Victoria Guarín estaba casada con Diego Solano Saravia, un alto funcionario del Grupo Aval que tenía el cargo de vicepresidente de Planeación Corporativa.

La Superintendencia encontró correos en los que José Elías Melo, entonces presidente de Corficolombiana, le hizo saber a Luis Carlos Sarmiento Gutiérrez, presidente del Grupo Aval, del vínculo entre Solano y Guarín.

“Sobre este tema estamos pendientes precisamente de que salgan los prepliegos. Lo que sabemos es que el ministro está haciendo una presión muy grande sobre los estructuradores para que lo hagan, de acuerdo con Herrera Posse, la firma de abogados a cargo del tema, eso realmente sucederá hasta enero. De otro lado María V. Guarín, esposa de Diego, es quien en la IFC está con el tema. Ya hemos hablado con ella y de hecho Gustavo Ramírez va a participar en una conferencia telefónica para exponer nuestras expectativas en relación con los términos de la operación”, dice el correo enviado por José Elías Melo a Luis Carlos Sarmiento.

Según la Superintendencia, Diego Solano era el puente entre Corficolombiana y Sarmiento Gutiérrez sobre los temas de la ruta del Sol II, además, era quien estaba involucrado en la formalización de la propuesta para quedarse con el contrato, a pesar de que su esposa era una de las personas encargadas de estructurar los pliegos para competir contra los otros consorcios.

Además, existe otro correo en el que José Elías Melo le cuenta a Luis Carlos Sarmiento que en una audiencia pública se dio a conocer el posible conflicto de intereses por el vínculo matrimonial de los funcionarios.

Posterior al correo, Luis Carlos Sarmiento le respondió a Melo.

“Ok. Toca estar listos a que si ganamos uno de los tramos traten de demandar para declarar nula la adjudicación”.

En el marco de la investigación, la Superintendencia reunió evidencia suficiente para concluir que sí existió el conflicto de intereses. 

El 15 de enero de 2009, José Elías Melo le envió un correo a Diego Solano, en el que le reprochó por la cancelación de María Victoria Guarín para un almuerzo que había sido acordado muy cerca de la fecha de la recta final de la licitación.

“Pd: Tu señora nos canceló. ¿Qué vas a hacer? Que no critique entonces”, escribió Melo.

Con base en dicha evidencia, la Superintendencia concluyó: “en ese lapso, como ya quedó acreditado, Grupo Aval y la Corporación Financiera Internacional, aunque conocían la relación entre Diego Fernando Solano Saravia (entonces vicepresidente de Planeación Corporativa de Grupo Aval) y su esposa María Victoria Guarín Vanegas (senior Investment officer de la Corporación Financiera Internacional), no adoptaron medida alguna para impedir algún conflicto derivado de ello y, en cambio, esto es, participar cada uno de ellos, con el consentimiento de sus superiores y sus organizaciones, en varios asuntos determinantes e importantes respeto del Proyecto Ruta del Sol”.

La Superintendencia tomó declaración de José Elías Melo y Diego Solano, en la que ambos negaron un papel relevante de este último en la formulación de la propuesta para quedarse con el proyecto de la Ruta del Sol II.

Sin embargo, la Superindustria aseguró que otros documentos y comunicaciones comprueban que Solano Saravia sí tuvo un rol predominante en la licitación.

Por esos correos, la Superintendencia imputó un posible aprovechamiento de un conflicto de intereses a José Elías Melo, a Luis Carlos Sarmiento y otros funcionarios.

La Superintendencia entrevistó al propio Solano, junto a otros funcionarios del Grupo Aval, y concluyó que los altos directivos sabían lo que ocurría.

Finalmente, la Superintendencia compulsó copias a la Fiscalía, pero hasta el momento no se conocen resultados sobre este capítulo de la Ruta del Sol de parte del ente investigador.