Cien cebreros que estaban guardados en tarros de formol en un sótano de la Universidad de Texas han desaparecido, según confirmaron las autoridades de la institución educativa con sede en Austin.
Entre las masas grises desaparecidas está el cerebro de Charles Whitman, el estudiante universitario que asesinó a 16 personas disparando desde la torre del centro educativo con un rifle en 1966.
Según las autoridades están investigando las cusas de la desaparición de los órganos que fueron entregados en préstamo a la universidad por el hospital de Austin State.
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Esta fuga de cerebros tiene en el centro de un escándalo por el tratamiento ético de órganos donados a la universidad, que investiga si se trata de un robo o una broma.
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