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Duque promete 150 mil hectáreas menos de coca al terminar su gobierno

También agradeció el respaldo de Estados Unidos en la lucha de Colombia contra las drogas.

101468_BLU Radio, aspersión con glifosato / foto: referencia AFP
BLU Radio, aspersión con glifosato / foto: referencia AFP

El presidente Iván Duque celebró el respaldo del gobierno estadounidense en la lucha contra las drogas y se fijó una meta para combatir los cultivos ilícitos.

Quisiera decir que en los próximos 4 años pudiéramos por lo menos reducir más de 140 mil o 150 mil hectáreas. No es fácil per es la meta que queremos trazarnos”, dijo.

Y, aunque reconoció que hay una herencia preocupante por el aumento de cultivos ilícitos, celebró la próxima visita del presidente Donald Trump a Colombia para ratificar su apoyo.

Vea aquí: Colombia volverá a fumigación aérea con glifosato: embajador ante la Casa Blanca

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Finalmente, explicó que la fumigación de cultivos ilícitos con glifosato se puede adelantar acatando los protocolos que fijó la Corte Constitucional:

1. La regulación debe ser diseñada y reglamentada por un órgano distinto a las entidades encargadas de ejecutar los programas de erradicación de cultivos ilícitos, e independiente de esas mismas entidades.

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2. La regulación debe derivarse de una evaluación del riesgo a la salud y otros riesgos, como el riesgo al medio ambiente, en el marco de un proceso participativo y técnicamente fundado. Este proceso de evaluación deberá realizarse de manera continuada.

3. El proceso decisorio deberá incluir una revisión automática de las decisiones cuando se alerte sobre nuevos riesgos. La legislación o reglamentación pertinente deberá indicar las entidades con la capacidad de expedir dichas alertas, pero como mínimo deberá incluirse a las entidades nacionales y del orden territorial del sector salud, las autoridades ambientales y las entidades que conforman el Ministerio Público.

4. La investigación científica sobre el riesgo planteado por la actividad de erradicación, que se tenga en cuenta para tomar decisiones, deberá contar con condiciones de rigor, calidad e imparcialidad, de acuerdo con los parámetros fijados en el apartado 5.4.3.4 de esta providencia.

5. Los procedimientos de queja deberán ser comprehensivos, independientes, imparciales y vinculados con la evaluación del riesgo.

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6. En todo caso, la decisión que se tome deberá fundarse en evidencia objetiva y concluyente que demuestre ausencia de daño para la salud y el medio ambiente.

Glifosato: las diferentes versiones sobre la salud, de acuerdo al momento político

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El glifosato ha vuelto a abrir un debate sobre los efectos en la salud de las poblaciones aledañas. Hay un choque de versiones entre el Gobierno anterior y el nuevo Gobierno. El Ministerio de Salud de Alejandro Gaviria tomó la decisión de prohibir la aspersión aérea con base en dos estudios contundentes sobre las consecuencias del químico.

El primero de ellos fue un estudio de la Universidad de Los Andes en la frontera entre Colombia y Ecuador. La investigación concluyó que en la población que se ubicaba del lado colombiano, en donde sí se fumigaba, había más abortos espontáneos y enfermedades dermatológicas y respiratorias. Situación que no sucedía del lado ecuatoriano en donde no se fumigaba. 

El otro estudio fue uno publicado por la Agencia Internacional de Investigación sobre cáncer. En su momento la organización transnacional aseguró que el principio activo del glifosato-producido principalmente por Monsanto, hoy Bayer- tenía una relación innegable con el linfoma no hodking en humanos y otros tipos de tumores en ratones que fueron usados en experimentación.

Esas dos investigaciones fueron determinantes para que el ministro tomara la decisión. “Recuerdo que el viceministro de Salud entró de manera intempestiva a mi oficina y me dijo: “ya no tenemos excusa, no hay forma de defender las fumigaciones”. Entendí, por supuesto, que ya no había espacio para posiciones dubitativas, que el escepticismo estratégico (la posición oficial por décadas) era insostenible, pusilánime casi. Tengo que hablar con el presidente, dije”, escribió el exministro en el portal Universo Centro, dando detalles de cómo fue el proceso de negociación para llegar a la decisión final: La suspensión del glifosato.

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De hecho, Gaviria contó que hubo una pequeña fricción con el entonces ministro de Defensa Juan Carlos Pinzón porque la decisión no fue consultada con él. Solo con el expresidente Santos y asesores del Gobierno.

Por el contrario, el ministro Juan Pablo Uribe dijo que, aunque hay una orden de principio de precaución de la Corte Constitucional que, por ahora, no permite la aspersión, el Gobierno seguirá trabajando en el plan piloto con drones. Sin embargo, es difícil pensar que más de 209.000 hectáreas puedan ser erradicadas con pequeños drones que no volarán a más de un metro de las matas de coca.

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“Ha habido una conversación que viene del Gobierno anterior sobre la posibilidad de usar glifosato con drones. Eso es distinto. Y el glifosato en temas agrícolas se usa en todo el país todos los días”, argumentó Uribe.

Jaime Arias, el expresidente de ACEMI, que renunció, dijo que cuando fue ministro de Salud tuvo que dar un concepto favorable sobre el glifosato porque la ONU dijo hace años que no causaba daños en la salud.

 

Lo cierto es que luego de la imposición de toda una política de estado sobre el glifosato, el químico y la aspersión está cerca de volver a usarse por qué el Gobierno actual considera que es la única forma de combatir los cultivos ilícitos.

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Por su parte, Arnobis Zapata, miembro de la Coordinadora Nacional de Cultivadores de Coca, Amapola y Marihuana, Coccam, afirmó que rechazan totalmente la propuesta del Gobierno de volver a utilizar el glifosato para eliminar los cultivos ilícitos en el país.

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Según Zapata, no solo es un retroceso, sino que con el glifosato, también se acabaría con los cultivos lícitos de los campesinos, volviendo la tierra infértil y ocasionando alteraciones en la salud y problemas sociales en las regiones. 

 

“El Gobierno perdería la fe del campesinado, antes no había voluntad de trabajar con ellos como ahora, pero con esta medida los campesinos obviamente saldrían nuevamente a movilizarse y se presentarían nuevas muertes”, explicó.

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Además, agregó que en este momento 22.000 familias han manifestado que quieren sustituir los cultivos de coca, pero que si se usa el glifosato este apoyo podría perderse.

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