En la auditoría que la Oficina del Inspector General del Departamento de Comercio de los Estados Unidos realizó al Exim Bank, en septiembre de 2013, se llamó la atención sobre actuaciones irregulares en la adjudicación de préstamos por 2.343 millones de dólares adjudicado a la refinería de Cartagena, Reficar el 18 de mayo de 2011.
La auditoría realizó advertencia por registros inadecuados, ausencia de mecanismos para asegurar el cumplimiento de las políticas federales del programa de créditos y la falta de adopción de requerimientos del Departamento del Tesoro norteamericano.
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Por esto Mario Valencia, vocero de la Red de Justicia Tributaria, pidió que se investigue al ministro de Hacienda Mauricio Cárdenas.
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“Queremos saber si hubo una intencionalidad para favorecer a empresas extranjeras a costa de los sobrecostos de Reficar, que sabemos que lesionaron gravemente las finanzas de Ecopetrol; si el Gobierno colombiano sabía de ese crédito y sabía de las irregularidades que se cometieron a la hora de adjudicar ese crédito y si hubo una especie de asociación entre directivos de Reficar y de Ecopetrol”, explicó.
En el caso de Reficar, la auditoría revela que la empresa declaró en su solicitud de crédito que para la construcción de la refinería había una competencia de cuatro empresas extranjeras respaldadas por sus agencias de crédito, cuando en realidad, desde el 2007 solo había un contrato con CB&I.
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La refinería le argumentó al banco que con el préstamo se beneficiarían 150 empresas estadounidenses y crearía 15.000 trabajos en ese país durante cuatro años. Sin embargo, la auditoría señala que “basados en la falta de información en el archivo de préstamos, somos incapaces de verificar la necesidad del apoyo del Exim Bank”.
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En el mismo informe se precisa que la gran mayoría de la documentación necesaria y aportada para que se adjudicara el crédito, se hizo “verbalmente y a través de correos electrónicos”.