En una ardua operación, soldados e infantes de marina lograron llegar hasta una zona de difícil acceso en el municipio de Puerto Concordia, Meta. Atravesando aguas que les llegaban hasta el pecho y después de un largo trayecto, finalmente alcanzaron las bocas del Río Cafre, donde descubrieron una caleta que ocultaba elementos explosivos destinados a la fabricación de minas antipersonales.
Según las autoridades, se atribuye la responsabilidad de este material explosivo al Grupo Armado Organizado (GAO) Estado Mayor Central FARC-EP, específicamente a la estructura dirigida por Jorge Briceño Suárez. En la caleta, se encontraron más de 50 minas antipersonales, así como cordón detonante, mecha de seguridad, cable dúplex, pegante y una sustancia explosiva desconocida.
Ante la peligrosidad de los explosivos, se procedió a su detonación de manera controlada, con el objetivo de salvaguardar la vida de la población civil y de las tropas que se encuentran en la zona. Esta acción demuestra la valentía y el compromiso de los soldados e infantes de marina, quienes arriesgaron sus vidas para neutralizar una amenaza latente y proteger a la comunidad.
Las minas antipersonales representan una grave amenaza para la población civil, ya que su detonación puede ocasionar lesiones graves e incluso la pérdida de vidas humanas. Además, su presencia dificulta el desarrollo de actividades cotidianas y afecta la movilidad de la población en zonas afectadas por el conflicto armado.
Las autoridades continúan investigando este hallazgo y realizando labores de desminado en la región, con el objetivo de eliminar por completo la presencia de minas antipersonales y garantizar la seguridad de los habitantes de Puerto Concordia y sus alrededores.
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